El Cercanías de Zaragoza no levanta cabeza. En solo dos años se ha difuminado el efecto que tuvo en la línea el estreno de la estación de Goya y, con 292.100 viajeros transportados en el 2015, se convierte en el peor año de los últimos cinco y uno de los peores desde el estreno de la línea en el 2008 con motivo de la Expo. En solo un año ha descendido un 2%, lo que se traduce en 6.000 usuarios menos para el eje Casetas-Miraflores, que se suman a los más de 60.000 en que se redujo el ejercicio anterior. Hoy, con la céntrica terminal en funcionamiento está ya más cerca de los 238.000 usos del 2011 --récord negativo de la línea-- que de los 367.000 que llegó a obtener en el 2013. Y lo que es peor, con 75.000 personas transportadas menos que hace solo tres años.

Un balance negativo que no queda tan lejos de los 298.1000 usuarios que Renfe asegura que contabilizó en el 2014, aunque en su balance oficial del 2014 hablaba de 303.100. Pero, independientemente de cuál sea la cifra real, la diferencia de viajeros solo hace que agravar el problema este año.

Fuentes oficiales de la compañía achacaron, por primera vez, el descenso a la política tarifaria aplicada en el caso de Zaragoza el año pasado. "Por la subida del precio del billete", explicaron. El Cercanías fue el único transporte público que se encareció en la capital aragonesa y hoy es el argumento principal que explica un nuevo descenso en el uso.

Pero no el único. En sus primeros datos del 2015 aseguran que pueden ser matizados por los que arrojen posteriormente los regionales. Desde que las líneas que subvenciona el Gobierno de Aragón también recogen viajeros en las estaciones urbanas de la línea, la estadística se difumina. "No están incluidos en los datos oficiales", apostillaron las citadas fuentes de la operadora ferroviaria.

Respecto a la evolución en el uso que se da a los diferentes títulos de transporte, destaca el descenso en la compra de los denominados multiviaje. Bonos de 10 trayectos y mensual que solo utilizan "el 49,79% de los usuarios". Siendo la modalidad más utilizada, empieza a decaer, casi un 3% con respecto al 52,17% del año anterior. No así se ha observado en el billete sencillo, que sigue siendo usado por el 29% de los usuarios.

Respecto al resto de títulos, los que utilizan grupos se mantiene en el 2% del total y ya es superado por la tarjeta Interbús del Consorcio de Transportes de Zaragoza. Un 2,69% del total que representa un incremento de más del 50% (era el 1,6%). Los transbordos gratuitos, unos 10.000 al año según el consorcio, ayudan a aupar esta modalidad de pago. La tarjeta dorada sigue representando solo el 1,01% del total y el resto, crece hasta el 15,47%.

PETICIÓN PÚBLICA

El balance tan negativo y los motivos que alega Renfe coinciden en el tiempo con la petición que desde Aragón se ha hecho a la compañía. Tal como adelantó este diario, el consejero de Vertebración del territorio y Movilidad, José Luis Soro, se dirigió a la empresa operadora para pedir rebajar el precio medio del billete en el tramo urbano de la línea de cercanía, al menos entre las estaciones de Miraflores y Delicias y hasta aproximarlos a los que se pagan en el tranvía o el autobús. Esta lo sigue estudiando mientras, a la vista de la estadística, sigue perdiendo usuarios en Zaragoza.