El Gobierno de Aragón, a través del Departamento de Ciudadanía y Derechos Sociales, acaba de reeditar una guía acerca de la promoción del buen trato y la detección de los malos tratos a mayores que se repartirá a residencias y centros de servicios sociales de toda la comunidad. El objetivo es establecer una hoja de ruta destinada a identificar los malos tratos, qué hacer cuando son evidentes y cómo prevenirlos.

Así, la guía establece varios tipos de malos tratos, como el físico, que describe como «acciones realizadas voluntariamente con la intención de provocar daño o lesiones físicas». Se reconoce por «las marcas que deja» en forma de hematomas, heridas, fracturas de hueso o quemaduras y están causadas por patadas, golpes, sacudidas o empujones. «Las restricciones de movilidad y confinamientos innecesarios con medios no apropiados, por ejemplo, las contenciones realizadas sin las medidas de sujeción recomendadas, o el inadecuado uso de fármacos sin control médico también atentan contra el buen trato de las personas mayores», indica el texto.

Diferentes tipos

Además, el maltrato psicológico se puede reconocer cuando hay «agresiones de tipo verbal (gritos o insultos) o gestual, intimidaciones o amenazas que provocan daños psicológicos. «El aislamiento, la privación o la infantilización son acciones denigrantes que también pueden herir la autoestima y la dignidad», añade el manual, que incluye entre el término malos tratos los conceptos de abuso, negligencia (cuando no se atienden las necesidades del mayor aun a sabiendas de que precisa apoyo) y vulneración de derechos.

Especial relevancia adquiere la advertencia acerca del abuso económico, que se produce «cuando se utilizan de manera ilegal o no autorizada los recursos económicos del mayor». Este puede producirse usando indebidamente la tutela, negando el derecho al acceso y control de fondos personales, obligando a firmar ciertos documentos, falsificando firmas, robos o hurtos, indica la guía, que ha sido reeditada para asegurar un buen apoyo a los centros.

Para detectar los malos tratos, el manual recuerda que muchos mayores que los sufren «no son conscientes de ello, o si lo son, no se reconocen como víctimas y excusan o justifican comportamientos abusivos». Otras no suelen denunciar «porque no saben a dónde ir, cómo hacerlo ni la utilidad de este proceso». También tienen «miedo» a posibles represalias o de ser un escándalo para sus familias.

«Las señales de alerta pueden y deben ser observadas por familia, vecinos, profesionales, asociaciones y otros miembros de la sociedad», indica el texto, que incluye entre esos indicadores de malos tratos físicos «desnutrición o deshidratación, mala higiene corporal, lesiones físicas frecuentes e inexplicables». Los indicadores psíquicos estarían relacionados con la aparición de ansiedad, irritabilidad, depresión, angustia, baja autoestima o aislamiento social. «La persona muestra una actitud de retraimiento y miedo. El caso extremo serían tentativas autodestructivas, llegando incluso al suicidio».

Otros indicios

Si la persona muestra una preocupación «exagerada» por su situación económica o se está privando de cosas que realmente necesita o pierde objetos de valor, o lleva a cabo gastos inapropiados, puede haber un problema de malos tratos económicos.

¿Qué hacer cuando son evidentes? La guía indica que las víctimas o cualquier otra persona que tenga conocimiento de estos hechos «deben dirigirse a profesionales de centros de salud y de los servicios sociales, que están preparados para atender casos de maltrato, orientándolos y derivándolos adecuadamente». En cuanto a las medidas legislativas, la DGA recuerda que «ante situaciones de maltrato, existe un régimen sancionador, a través del Código Penal, en el que se castiga el delito de malos tratos, el abandono, la inducción a abandonar el domicilio, los delitos de estafa, la apropiación indebida y el incumplimiento de los deberes de los tutores, entre otros», por lo que los casos de malos tratos donde se produzca un tipo de delito «pueden y deben ser denunciados y abordados desde la vía penal».