El comité de Chunta Aragonesista se ha posicionado en contra de la maternidad subrogada por considerarla un «uso y abuso» del cuerpo femenino, con el apoyo del 71% de los miembros del órgano político de la formación. CHA, que se autodenomina partido feminista, considera que la gestación subrogada es «el máximo exponente de cosificación de su cuerpo, que solo se justifica desde el patriarcado y las prácticas neoliberales». Tras subrayar que «ningún cuerpo puede estar sujeto a contrato», los aragonesistas se muestran contrarios a modificaciones normativas que faciliten la «mercantilización de los vientres de las mujeres».