Si el alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, quería lanzar el pasado jueves un aviso a Chunta e Izquierda Unida asegurando que la ampliación de su Gobierno, el que agotará lo que resta de legislatura, se producirá en la primera semana de abril con o sin ellos dentro, el efecto provocado en ambos grupos municipales fue radicalmente distinto.

Ambos optaron ayer por marcar más distancias con el grupo socialista y el propio Belloch, asegurando que sus posiciones ahora están muy alejadas de un posible pacto de gobernabilidad y, en consecuencia, del ansiado tripartito por parte del primer edil. E incluso restando importancia al primer fichaje que este tiene confirmado ante una posible ruptura de la negociación a tres bandas, el de la exsecretaria general de Industria, Teresa Santero, de la que ni siquiera quisieron entrar a valorar si es adecuada u oportuna su incorporación.

Ambos sostienen que no aceptarán "presiones" en cuanto al calendario a seguir de cara a esa reestructuración del Gobierno y que si Belloch insiste en que será en abril, ellos sostienen que se deben a los "ritmos" que marquen sus partidos en el debate interno que debe producirse.

MISMA RELACIÓN "Las fechas las pone CHA", aseguró tajante el portavoz nacionalista, Juan Martín, para quien "la relación es normal" con el alcalde y el hecho de que haya recibido la confirmación por parte de Teresa Santero para entrar en su equipo "no cambia nada". A su juicio, tiene la misma importancia que cuando en su día Belloch tentó a otros como el exconsejero de Economía de la DGA y expresidente del Real Zaragoza, Eduardo Bandrés, o al exdirector general de Coordinación Financiera en las Comunidades Autónomas y de las Entidades Locales del Ministerio de Economía y Hacienda, Alain Cuenca.

Ni siquiera opinaron sobre si es adecuado segregar el área de Economía y Hacienda, quitarle esta competencia al vicealcalde, Fernando Gimeno o mantenerla como está. Y es que esta área es para la que se perfila Santero.

Así, el portavoz de CHA recordó ayer que "nunca hemos dicho que fuera a entrar en el Gobierno" la formación nacionalista, que insiste en cumplir una labor de "oposición constructiva". Pero cuando se le pregunta si es poco factible acceder a entrar a formar parte del tripartito --o bipartito-- en el escaso plazo de un mes, Martín apuntó que "imposible hay muy pocoas cosas en política" pero que "en estos momentos no nos planteamos entrar en el Gobierno". "Pero si fuera incapaz de gobernar o la situación política se deteriorara", sería una cuestión a valorar para tomar decisiones.

Aún así, tanto CHA como IU consideran el último pleno como "un punto de inflexión" importante de cara a formar tripartito, ya que la polémica sobre la retirada de los símbolos religiosos de los actos públicos (y especialmente el crucifijo que preside el salón de plenos) que Belloch votó en contra en solitario marcó un punto y aparte en la relación. Desde entonces no han vuelto a hablar de entrar en el Gobierno municipal, ni de una posible ampliación y reestructuración del organigrama del consistorio.

Por su parte, el portavoz de Izquierda Unida, José Manuel Alonso, no quiso valorar si el fichaje de Santero es apropiado. "Hasta ahora todo lo que tenemos son rumores. Y no vamos a valorar más", sostuvo. Él, eso sí, se mostró preocupado por la relación de su formación con el grupo municipal socialista. Según señaló, el último pleno municipal marcó importantes distancias entre IU y el PSOE. No tanto por la relevancia de lo debatido sino por su "simbología". "Para nosotros es importante y queremos ver hacia dónde va el Partido Socialista. El Gobierno que termine formando lo veremos en su momento", sentenció.