Charangas de dieciséis comunidades autónomas, entre ellas de Tardienta (Huesca), llenan hoy de color y música el pueblo natal de Félix Rodríguez de la Fuente, Poza de la Sal (Burgos), en el quinto festival nacional de estas formaciones, que combina la música y la animación con el respeto al medio ambiente.

Lo que empezó hace cinco años con nueve charangas y algo más de mil asistentes se ha convertido en un "referente" dentro de este tipo de música y, para celebrarlo, han invitado por primera vez a una agrupación internacional que llega desde París: "Clap-Fanfare".

El alcalde de Poza de la Sal, José Tomás López, precisa a Efe que los músicos franceses son "invitados" y el certamen "es y seguirá siendo" de ámbito nacional, que es donde se ha posicionado como una "cita esperada" por las charangas de toda España.

La Clap Fanfare ya animó la tarde del sábado la jornada previa al certamen con su energía y mezcla de estilos desde el funk o rap a las canciones típicas francesas, siempre con un tono festivo, bailable y divertido.

Durante el día de hoy, y pese a la lluvia intermitente, las dieciséis charangas participantes realizan pasacalles por la localidad que complementan su actuación ante el jurado, formado por profesionales de la música y las charangas.

Algunas comunidades autónomas como Aragón han empezado a organizar certámenes previos regionales para elegir la charanga, en este caso "Tardienta", que representa a esa comunidad en Poza de la Sal.

En Castilla y León, el próximo año se realizará una convocatoria previa similar en la localidad burgalesa de Miranda de Ebro con la que el certamen ha firmado un convenio de colaboración, ha explicado el alcalde pozano.

De momento, es la organización la que elige al resto de participantes que, según ha indicado José Tomás, envían vídeos con sus actuaciones y "son gente que se implica mucho, ensayan muchas horas y traen a Poza lo mejor de su repertorio".

Las charangas de todas las comunidades autónomas españolas, salvo La Rioja que se cayó a última hora, compiten en el certamen por conseguir el título a la mejor agrupación española pero, además, durante todo el día, inundan de música y animación las calles de la localidad.

Entre vecinos, participantes y asistentes, el Ayuntamiento de Poza calcula que el festival reúne a más de 5.000 personas en un pueblo de poco más de 300 habitantes, lo que ha hecho colgar el cartel de "completo" en los establecimientos hoteleros de la zona.

Desde las dianas a las once y media de la mañana, la contagiosa música de las charangas, la animación de sus músicos y sus diversos estilos hacen bailar a todos, desde niños que siguen el ritmo loco hasta abuelos que aprovechan un momento de pasodobles para disfrutar de un baile agarrado.

Durante el festival, las calles y plazas de Poza de la Sal se llenan de zonas de tiendas, talleres de música y choznas donde comer y beber con vajilla, platos y vasos reutilizables con el logotipo de Poza de la Sal.

El alcalde ha explicado que, en el pueblo de Félix Rodríguez de la Fuente, la defensa del medio ambiente "es una seña de identidad" y se intenta que se genere la menor cantidad de residuos posibles a la vez que se ofrece a los visitantes un "recuerdo" del festival.