Unos 80 músicos integrantes de distintas charangas y agrupaciones musicales han firmado un recurso que presentarán al Ayuntamiento de Zaragoza para reclamar la derogación del Decreto para la regulación de las expresiones musicales y artísticas en la calle, que prohíbe cualquier actuación protagonizada por charangas. La reacción de los afectados llega tan solo una semana después de la firma del decreto por parte del concejal de Servicios Públicos, Alberto Cubero.

Las charangas consideran que la medida "es contraria a derecho, porque las actividades en la vía pública deben regularse a través de una ordenanza municipal" y también critican que "entrase en vigor supuestamente en el momento de su firma, saltándose todo el procedimiento de publicidad que deben tener todas las normas". Los firmantes del recurso, que prefirieron mantener su anonimato, inciden en que la regulación de su actividad debería contar con el visto bueno del pleno y haber incluido el debate con las asociaciones y entidades afectadas.

Para los músicos, su actividad dinamiza la economía y fomenta el buen ambiente en el centro de la ciudad. "Cuando hemos actuado siempre se termina sumando más gente de la que viene a la despedida (de soltero o de soltera), siempre pedimos permiso para entrar en los bares y animamos el consumo", afirman.

Además, rechazan de plano que su actividad produzca "ruidos y/o vibraciones que pueden ocasionar molestias al vecindario o que modifican el estado natural del ambiente circundante", tal y como afirma el decreto. "Nunca estamos mucho tiempo en el mismo lugar para evitar las molestias ni tocamos más tarde de las 22.00 horas", insistieron.

Pero el texto prohíbe directamente su intervención en las actuaciones callejeras de Zaragoza. "Entendemos que haya gente a la que no le guste este espectáculo, pero también podían haber optado por regularlo en unos recorridos determinados o en algunos momentos del día", convinieron. "Además de lo que nos afecta a nosotros, nos parece que el documento limita mucho cualquier tipo de expresión artística, y es una pena", sostienen. Por último, critican que la solicitud de los pedir permisos para actuar "conlleva una burocracia administrativa cuyo coste será sin duda superior al beneficio económico que genere" y denuncian que es "una barbaridad" que la Policía Local pueda requisar los instrumentos.