La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) gestiona desde el martes la central hidroeléctrica de El Pueyo de Jaca (Panticosa), el primer salto hidroeléctrica que revierte en España a la Administración al finalizar el plazo de la concesión a una empresa privada.

La central de El Pueyo tiene una potencia de 15.000 kilovatios y una producción eléctrica media estimada de 63 millones de kilovatios al año, informaron fuentes de la CHE. Una primera valoración sitúa los beneficios de esta explotación entre dos y tres millones de euros anuales, aunque la cifra dependerá de la aplicación de la nueva reforma del sistema eléctrico español.

Este paso se inscribe en una novedosa línea de acción al amparo de la propuesta del Plan Hidrológico de la Demarcación del Ebro (PHE), recientemente aprobado por el Consejo del Agua, donde se recoge que el organismo de cuenca podrá gestionar estos saltos revertidos.

Los beneficios se destinarán al desarrollo de los territorios que los generan, a la restauración ambiental, a la eficiencia y modernización de regadíos y a las necesidades energéticas del organismo. Así, la CHE tratará de canjear la energía que produzca la central de El Pueyo a la explotación de otras obras, caso del bombeo de Lechago.

La Confederación estima que existen otros once saltos con plazos concesionales finalizados o a finalizar en los próximos diez años.

El próximo año, de hecho, concluirá la tramitación de la reversión del salto de Lafortunada, en el río Cinqueta, con una potencia de 40.000 kilovatios.

Las concesiones hidroeléctricas se otorgaron en su momento por plazos muy prolongados, entre los 75 y los 99 años. Muchos de ellos fueron otorgados en las primeras décadas del pasado siglo, por lo que las reversiones se producirán en cascada.

El presidente de la CHE, Xavier de Pedro, calificó de "hito" la gestión del salto de El Pueyo, que es el primer paso para crear un nuevo capítulo presupuestario del organismo de cuenca donde se reflejarán los beneficios procedentes de los saltos revertidos.

De Pedro anunció que la Junta de Gobierno estudiará en septiembre la gestión de la central de El Pueyo, cuyo rendimiento podría ser adscrito a proyectos como el Plan de Desarrollo de Jánovas. No obstante, la CHE abrirá un diálogo con los municipios implicados y con la Comarca del Alto Gállego para revertir parte de los beneficios en la zona que ha soportado la servidumbre del aprovechamiento.

El de El Pueyo es el primer salto que revierte a favor de la Administración hidráulica en España, aunque la gestión de estos saltos ya quedaba amparada por el Texto Refundido de la Ley de Aguas.

Uno de sus artículos indica que "al extinguirse el derecho concesional, revertirán a la Administración competente, gratuitamente y libres de cargas, cuantas obras hubieran sido construidas dentro del dominio público hidráulico para la explotación del aprovechamiento, sin prejuicio del cumplimiento de las condiciones estipuladas en el documento concesional".

La mayoría de los saltos de próxima reversión se encuentran el ríos del Pirineo oscense.