La Confederación Hidrográfica del Ebro, ha publicado su informe de la red SAICA en el que han realizado más de 22 millones de registros en los que se detectaron 130 episodios de calidad, en su mayoría aumentos de concentraciones de amonio por lluvias o aumento de caudales

Este informe de la red SAICA (Sistema Automático de Información de Calidad de las Aguas) corresponde a los años 2015 y 2016, con los datos registrados en continuo por las estaciones que la componen, informa el organismo autónomo en una nota de prensa.

Esta red permite detectar alteraciones puntuales y complementa al resto de redes de calidad, destinadas al control general del estado de las masas de agua o a seguimientos más específicos.

Actualmente se dispone de datos de 16 estaciones propias de la Confederación, siete del Gobierno de Navarra (ríos Ega, Arga, Ulzama, Araquil y Aragón), una de la Agencia Catalana del Agua (Ebro en Flix) y seis estaciones que conforman la Red de Indicadores Ambientales del Delta del Ebro (RIADE), también de la Confederación.

De todas esas estaciones se han recibido más de 11 millones de registros nuevos cada año (22 en total), entre los que se han detectado un total de 62 y 68 episodios de calidad en 2015 y 2016, respectivamente.

Las incidencias documentadas corresponden en su mayoría a aumentos de la concentración de amonio o de la conductividad del agua.

Son incidencias, explica la citada nota, debidas generalmente a episodios de lluvia, con aumentos bruscos de caudal y en ocasiones, por problemas en alguna estación depuradora de aguas residuales o vertidos puntuales; también se han detectado alteraciones de la calidad por situaciones contrarias por bajo caudal.

Estos hechos se comprueban en las estaciones con mayor número de incidencias, que repiten respecto a otros informes anteriores: Arga en Echauri, con 36 incidencias por picos de amonio y/o de conductividad; Zadorra en Arce, con 18 incidencias por aumento de la concentración de amonio y/o fosfatos; Ega en Arínzano, con 15 incidencias por aumento de amonio y descenso de oxígeno disuelto; Araquil en Alsasua-Urdiain, con 14 y Ebro en Pina, con 8, todas asociadas a aumentos de concentración de amonio por lluvias, aumentos de caudal o con problemas en estaciones depuradoras.

Lo mismo se puede aplicar a la mayoría del resto de incidencias en otros puntos: 2 en Ebro en Pignatelli (por aumento concentración de amonio y de la conductividad); 4 en Ulzama en Latasa (por concentraciones de amonio) y 2 en Arga en Funes (por aumentos bruscos de la conductividad), todas asociadas con lluvias o episodios de tormentas.

Otras incidencias detectadas: 11 en Gállego en Jabarrella (1 pico de turbidez y el resto, por amonio relacionadas con un descenso de los procesos de nitrificación y bajo caudal en el río); 7 en Alcanadre en Ballobar (2 por descensos muy fuertes de conductividad y nitratos relacionados con crecidas, y el resto por aumento de amonio); 7 en Cinca en Monzón (aumentos en la concentración de amonio sin relación con lluvias o alteraciones importantes en el caudal); 3 en Ebro en Miranda (todas con importante aumento de la conductividad, acompañado de bajada de oxígeno y aumento de amonio); en Ebro en Ascó.

Además, de acuerdo con el "protocolo de coordinación, vigilancia y alerta del río Ebro" se han documentado 2 incidencias, una relacionada con un caudal elevado y la otra por alteraciones de las señales de mercurio.

Las estaciones de alerta de calidad que gestiona la CHE miden parámetros considerados como indicadores generales de contaminación: pH, temperatura del agua, conductividad, oxígeno disuelto, turbidez y amonio total, así como el nivel del agua. En algunas estaciones se han incorporado medidores de potencial redox, nitratos, materia orgánica, fosfatos o mercurio.

Todas las estaciones disponen de un autómata que mantiene en reserva muestras de agua de los últimos dos días para realizar, si fuera necesario, un posterior análisis más extenso en el laboratorio.