El problema de los restos de lindano no se circunscribe al Gállego. Unos análisis realizados por la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) el pasado 6 de octubre revelaron "una cierta presencia" de residuos del pesticida en la presa de Pina de Ebro, aguas abajo de Zaragoza. Se trata de un valor muy bajo, 0,097 microgramos por litro de agua, inferior al máximo permitido, pero que revela que la contaminación del río pirenaico "tiene su reflejo" en el Ebro.

De hecho, la CHE ha tomado la decisión de analizar las aguas de ese tramo cada 15 días, en lugar de una vez al mes, como solía hacerlo.

Sin embargo, la polución del Gállego tiende a disminuir, según las últimas cifras, hasta el punto que el municipio de Santa Eulalia de Gállego ya puede beber agua del grifo desde ayer. En el resto de municipios, el regreso a la normalidad está pendiente de saber el resultado de unos contraanálisis y de la limpieza de las conducciones, para lo que las instalaciones públicas mantendrán los grifos abiertos durante dos días.

Los últimos resultados apuntan a 0,15 microgramos de lindano en La Peña, 0,11 en Ardisa y 0,13 en la acequia de Camarera. Se traba de valores que están muy cerca del tope legal de 0,10.