La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) pedirá hoy la entrega de las llaves de las viviendas, corrales y otras instalaciones afectadas por el recrecimiento del embalse de Yesa en el pueblo de Sigüés. En principio, el organismo de cuenca no tiene previsto presentarse en la localidad, por lo que ha facilitado un teléfono a los afectados para que se pongan en contacto con la entidad.

En Sigüés se van a construir un muro y una presa que impedirán que el agua del embalse inunde el pueblo. Estas obras suponen la demolición de un bloque de ocho viviendas, de distintas bordas repartidas por el municipio y de la antigua gasolinera de Venta Carrica, junto a la carretera N-240.

INDEMNIZACIÓN // Solo cuatro hermanas, propietarias de una vivienda, no han llegado a un acuerdo con la CHE. El resto de afectados negociaron con el organismo de cuenca y llegaron a un acuerdo sobre la indemnización.

«No sabemos cuándo vendrán, puede ser a cualquier hora», señaló ayer Teresa Iglesias, una de las cuatro afectadas, que posee un piso en un bloque junto al río Escá que será demolido para levantar un muro que aísle el casco urbano del agua del pantano.

Eduardo Abadías, alcalde de Sigüés, manifestó que el ayuntamiento no ha facilitado a la CHE «ningún sitio» para la entrega de las llaves. «Las obras están a punto de llegar y esto no hay quien lo pare», subrayó el regidor, que explicó que el consistorio «siempre se ha opuesto al recrecimiento».

El Ayuntamiento de Sigüés emitió una declaración institucional en la que desmiente rotundamente las críticas efectuadas por Chunta Aragonesista en el sentido de que el consistorio no había velado por el interés del pueblo y acusa a la formación nacionalista de «falta de rigor» en las acusaciones formuladas sobre la supuesta postura del equipo de gobierno.

Por otro lado, la asociación Río Aragón y Coagret firmaron ayer un comunicado en el que mostraron su «apoyo» al pueblo de Sigüés y criticaron el «oscurantismo» de la CHE, al tiempo que recordaban el riesgo de inestabilidad en las laderas donde se apoya la nueva presa.