La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) justificó ayer las expropiaciones de más de una decena de viviendas de vecinos de Sigüés por las obras del recrecimiento de Yesa que supondrán una inversión de 27 millones de euros. Tal y como indicó en un comunicado, estas obras --que generan una amplia contestación social en la zona y que deja a varios de sus vecinos sin vivienda-- permitirán construir «un lago artificial en el entorno del casco urbano ganando este espacio para el uso de los ciudadanos, así como la ejecución de muro de protección de la población de Sigüés, que evitará el efecto del oleaje y de las crecidas del río Escá».

Según aseguró el organismo de cuenca, las obras de compensación comenzarán el próximo mes de noviembre y el coste total asciende a 27 millones de euros. Los trabajos de construcción del muro arrancarán con las actuaciones previas de desbroces, deforestación de la zona y de cimentación y ya en enero de 2018 comenzará a levantarse la defensa. Por otro lado, la construcción del dique de cola del río Escá, que generará una lámina de agua permanente, avanzará en paralelo, como se comprometió la CHE con el ayuntamiento de la localidad.

Según recordó la confederación en ese mismo comunicado, ya se ha licitado la reposición de la carretera A-137 en el tramo que discurre entre el enlace de Sigüés de la futura autovía A-21 Pamplona-Huesca y el puente de entrada a Foz de Sigüés, en dirección al valle del Roncal, ya en Navarra. En este caso, para llevar a cabo estas tres actuaciones, la Confederación del Ebro no va a tener que realizar ningún acto expropiatorio nuevo. Según explicó el organismo adscrito al Ministerio de Medio Ambiente, la ejecución del muro, afecta a una serie de viviendas que ya fueron expropiadas en su día y que han recibido el pago por las expropiaciones. En concreto, nueve de ellas directamente y la última por cantidad consignada en el Ministerio de Hacienda, siguiendo el procedimiento y ajustándose a la resolución sobre justiprecio del Jurado Provincial de Expropiación Forzosa de Zaragoza, dictada en octubre de 2016. Según algunas fuentes, alrededor de 25.000 euros por vivienda.

Estas obras de compensación han sido cuestionadas por Río Aragón, quien consideró que la CHE «tiene un desmedido afán por hacer daño», así como su «oscurantismo, arbitrariedad y absoluta falta de sensibilidad».

Esta plataforma también denunció que «varias de las viviendas podrían haberse salvado con soluciones que suponían eliminar la zona la baja del edificio manteniendo la zona habitable».

También CHA mostró su rechazo a esta expropiación, y consideró que las afecciones del recrecimiento a Sigüés son «gravísimas». Destacó que el entorno de Sigüés se verá muy afectado «al prever el proyecto la canalización del río Esca». Denunciaron, además, el «grave problema» que se deriva de la construcción de muro, que obligará a elevar las aguas fecales a pesar de no contar el municipio con depuradora.