La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) ha establecido los primeros niveles genéricos de referencia en España para 52 sustancias contaminantes en acuíferos de cuencas intercomunitarias, que servirán como base para la tramitación de expedientes por contaminación de aguas subterráneas.

Se trata de un importante avance para el control y seguimiento del estado de las masas de agua de la cuenca del Ebro, ya que actualmente la legislación europea no dispone de normas de calidad ambiental en aguas subterráneas para la mayor parte de sustancias contaminantes, como tampoco las tiene la española. Esto dificulta concretar las acciones de restauración para los acuíferos, pese a que la Directiva Marco del Agua así lo exige. Hasta el momento se venía utilizando, a modo orientativo, la normativa holandesa.

Según señaló la CHE, la presencia de estas sustancias supone no solo un deterioro de la calidad de las reservas hídricas sino un riesgo para la salud de las personas. El baremo abarca 52 sustancias contaminantes --entre las que se incluyen metales, pesticidas e hidrocarburos--, para las que establece sus valores genéricos de no riesgo y los de intervención.

Los primeros establecen las concentraciones que no es previsible que generen riesgos para receptores y usuarios de las aguas subterráneas, y que pasan a ser objetivo de restauración de calidad en episodios de contaminación. Es decir, establecen los valores que ha de registrar un acuífero que ha sufrido un episodio puntual de polución para poder considerarse descontaminado.

Mientras, los valores genéricos de intervención definen los umbrales a partir de los cuales es necesario realizar trabajos de restauración del medio, hasta llegar al nivel de ausencia de riesgo para las personas.

El listado de valores genéricos de referencia obtenidos se recoge en el apartado que la Confederación Hidrográfica del Ebro dedica en su página web (www.chebro.es) a la calidad de las aguas subterráneas.

PROTECCIÓN La CHE tiene entre sus funciones la administración y el control del dominio público hidráulico, y como objetivos concretos de su protección, garantizar la reducción progresiva de la contaminación de las aguas, tanto superficiales como subterráneas.

Para ello, el área de Calidad de Aguas diseña, explota y actualiza las redes de control del estado de las aguas subterráneas. En la actualidad cuenta con seis de ellas --Vigilancia o Red Básica, de Nitratos, de Tendencias, de Plaguicidas, de Contaminaciones Puntuales o industriales y de Zonas Protegidas-Abastecimientos-- que superan los 800 puntos de control. Su información actualizada permite, por ejemplo, detectar si hay algún vertido en la zona.