El presidente de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), Raimundo Lafuente, vinculó ayer el inicio de las obras de construcción del embalse de Almudévar a la disposición de los terrenos expropiados para la ejecución del proyecto.

El encuentro se celebró en el marco del compromiso alcanzando entre esta entidad y el Ayuntamiento de Almudévar, representado por su alcalde, Antonio Labarta, para mantener una vía de comunicación continua durante todo el tiempo de desarrollo de la obra, cuyo coste se prevé en 102,2 millones de euros.

La reunión se llevó a cabo unos días después del cruce de reproches hechos entre Riegos del Alto Aragón y el departamento de Desarrollo Rural del Gobierno aragonés, Joaquín Olona, desde donde se responsabilizó a la organización regante de frenar en la CHE dos proyectos de creación de nuevos regadíos en la zona de Monegros II.

En respuesta a esta toma de posición, Riegos del Alto Aragón contestó que el retraso en la ejecución de las obras de regulación pendiente de Almudévar y Biscarrués impedía disponer de caudales suficientes para los nuevos regadíos solicitados.