--¿Cuáles son las principales reivindicaciones del barrio?

--Fundamentalmente la falta de equipamientos culturales. Eso nos impide el desarrollo de muchas actividades que sí pueden hacer otros barrios. Necesitamos una biblioteca y un centro cultural. Han ido haciendo apaños como una ludoteca que funcionó unos años en la sala de un colegio. Antes también teníamos el servicio del bibliobús pero lo quitaron por los recortes y ahora parece que va a volver. Todo lo que hacemos es usando espacios que no son del ayuntamiento.

--¿En cuanto a instalaciones sanitarias?

--El centro de salud se construyó en su día, llegó tarde, pero llegó. Ahora lo que nos hace falta son las farmacias. Funciona una y estamos pendientes de la adjudicación de la segunda que lleva años de retraso. En el siguiente escalafón de equipamientos sanitarios está el centro de especialidades. En la margen izquierda todos vamos al Grande Covián, que encima de estar saturado lo han ido recortando. En vez de mantener, quitan. Es una demanda no de Parque Goya sino de toda la margen izquierda.

--¿Qué ha hecho el Gobierno municipal por el barrio en este primer año de legislatura y que tendría que haber hecho?

--En el último año, sinceramente lo que han hecho es recortar, como en todos los sitios. A nivel global por el barrio han estancado lo que había y recortado en lo demás.

--¿Cómo está el tema de las plazas escolares?

--Antes de llegar a la situación en la que nos encontramos ahora, con tantos recortes, la situación ya era problemática. Es un problema de organización y de planteamiento. Si una administración educativa no es capaz de organizarse y de prever la demanda que va a llegar, llega un momento que no hay plazas suficientes. Siempre han ido a remolque de la demanda, como en todas las facetas, el problema es que ha llegado un momento en que se les ha complicado tanto el asunto que están en una encerrona que ellos mismos han provocado. Es un cúmulo de despropósitos constantes.

--¿Se han sentido abandonados en algún momento por el ayuntamiento?

--No abandonados, pero desde luego no nos han prestado la atención suficiente. Pero es algo general. Tienen pocas ganas de solucionar cosas en las que nosotros planteamos soluciones. Realizamos una labor de trabajo de cara a la institución y ellos no son consecuentes. Ellos siempre van al margen del movimiento vecinal. Todos los vecinos demandamos mayor participación ciudadana, pero ese tema no saben lo que es, trabajan a espaldas de la ciudadanía. En eso sí que hay abandono. Presumen de la participación ciudadana pero no saben utilizarla.

--¿Y la movilidad?

--No es un tema tan preocupante. Se ha solucionado mejor. Con la llegad del tranvía se terminan de solucionar los problemas que había con el transporte, que sobre todo era la conexión con el Actur. Con el tranvía estamos muy contentos. El problema ahora nos viene con el plan de reordenación de líneas de autobús que han sacado a ultima hora. En lo que afecta al barrio no hay recortes de trazado, mantiene la 35 hasta la segunda fase. Alguna vez han planteado eliminarla y es algo que no vamos a permitir. Ese punto es inflexible. Sí estamos de acuerdo con que eliminen la línea C-2.

--¿Cómo es la convivencia?

--Estamos contentos, la gente vive en el barrio y participa en las actividades.