El estallido de la pólvora del chupinazo marcó ayer el inicio de los festejos populares en honora San Roque en Calatayud. Miles de personas abarrotaron la plaza de España durante la tarde en medio de las charangas, el vino y los confetis. Arturo Yagüe, de la peña Solera, fue el encargado de leer un pregón de unas fiestas que se cerrarán el próximo domingo, también con el olor de la pólvora gracias a los fuegos artificiales.

Desde hace varios años las fiestas de Calatayud están diseñadas por las diez peñas de la localidad. Esto hace que estos colectivos se conviertan en el centro de los festejos gracias a las actividades que organizan, como las comidas populares, los bingos, las vaquillas o las carreras sobre cachivaches y demás armatostes sobre ruedas.

La indumentaria tradicional de los peñistas se compone de un pantalón blanco y la camisa de su peña, cada una de un color distinto. El acto más tradicional tendrá lugar esta madrugada con la romería a la ermita de San Roque, que se encuentra en el cerro de Armantes. Allí se cantarán los gozos en un ambiente mucho más recogido que en la tarde de ayer, cuando llevado en su peana bailó entre los jóvenes por toda la plaza.

En la programación musical para las próximas noches destaca el concierto de Maldita Nerea en el recinto ferial y las distintas orquestas que se podrán disfrutar en las plazas. Como sucede con otros municipos aragoneses, una campaña invitará a disfrutar a los visitantes y vecinos de los festejos sin agresiones sexuales y sin actitudes machistas. Colaboran las agrupaciones empresariales y locales.

La música y las risas volverán a Calatayu del 6 al 11 de septiembre, pero esta vez en honor de la Virgen de la Peña.