--Osea, ustedes ponen cosas como Ama Rosa.

--Jajaja. Era una radionovela de los sesenta que tuvo un gran éxito. Ese tipo de radio ya no existe. Salvo para nosotros.

--Eso creo.

--Nosotros ponemos en antena cada quince días un estreno de radioteatro. Tanto con tono de humor como dramático. Y de manera altruista.

--Y a veces grabado en directo con público.

--Exacto. Con público que además debe participar, a menudo como sonidistas, haciendo gritos, voces, risas... El otro día grabamos el ambiente de un restaurante y el público, además de poner murmullos, hacía pequeños diálogos de fondo.

--¿Por qué la radio no hace más cosas como esta?

--Porque no vende. Las emisoras de radio actuales tienen dos líneas de negocio: los informativos y los musicales; en teoría no entra el radioteatro.

--¿Es una cuestión de ritmo?

--Creo que sí; la gente no está habituada a sentarse ante una radio a escuchar una radionovela de una hora. Pero es que ni siquiera ponen una ilustración de un tema interesante que pueda durar cinco minutos.

--Ustedes emitieron unas piezas de los hermanos Marx.

--Hicimos el primer capítulo de los muchos que escribió Groucho Marx para la radio de entonces. Fue su trampolín para darse a conocer en EEUU. Existe un libro con esos guiones. Lo hicimos con Pepín Banzo y Jaime Ocaña y resultó un exitazo. Y se puede escuchar, como todo lo que hacemos, en podcast.

--La radio donde usted da clases obtuvo el premio Ondas nacional.

--A la innovación radiofónica. Supuso que Zaragoza, en el ámbito creativo, no está entre Madrid y Barcelona, sino que esas ciudades están a los lados de Zaragoza. Hemos sido finalistas en la bienal de México, ganamos el Prix Marulic de Radio Croacia...

--¿Es cierto que cualquiera puede acudir al Centro de Tecnologías Avanzadas a tomar clases de radio?

--Así es; incluso cualquier profesional que tenga interés por actualizarse. En radio, en televisión, en fotografía y en nuevas tecnologías. Y es gratis. Son cursos que dependen del IAE.

--¿Cuánto duran esos cursos?

--Los de radio entre dos y tres meses, todos los días cuatro horas diarias. La gente sale con mucha experiencia.

--¿Seguirán con las emisiones de radioteatro en verano?

--Sin duda; ahora estamos emitiendo Copenhague de Fryan, en cinco capítulos. El 27 de junio se pone en escena Caperucita y necesitamos público.