Los ciclistas urbanos de Zaragoza, un colectivo cada vez más numeroso, reclaman la construcción de una red de carriles-bici que atraviese el centro de la ciudad, lo conecte con los barrios y esté compuesto de viales separados de las calzadas y a distinto nivel de las aceras. Consideran que de esta forma el uso de la bicicleta por las calles de la capital aragonesa resultará seguro y práctico a la vez, dado que en la actualidad los 45 kilómetros de carril-bici diseminados por el casco urbano no forman un sistema interconectado, discurren lejos de las zonas donde es más necesario y se utilizan más para el ocio que para ir y volver del trabajo.

La manifestación ciclonudista que por séptimo año consecutivo recorrerá hoy el centro de Zaragoza volverá a reivindicar la construcción de espacios exclusivos para las bicicletas, en especial en las principales arterias, las que confluyen en la plaza de Aragón. Esta área urbana, con una alta densidad de tráfico, sigue siendo un territorio casi vedado para quienes usan la bici como modo alternativo de transporte. "Pasan muchos coches y autobuses y en bici corres mucho peligro", señaló un miembro de la Coordinadora Ciclonudista, que junto a Aragón No Se Vende ha organizado la bicifestación de la tarde de hoy.

"CHAPUZAS" El ayuntamiento se propone hacer de Zaragoza una ciudad totalmente ciclable de aquí al 2015, con el denominado Plan Intermodal del Transporte (PIT). El documento prevé la construcción de 58 kilómetros de carril-bici en vías urbanas y otros 152 en vías interurbanas. Las nuevas ciclocalles enlazarán con la red existente, situada sobre todo en los barrios de más reciente construcción y en los cinturones, y conformarán una tupida malla en el centro urbano. Los técnicos municipales calculan que, con la plena aplicación del plan, el 5% de los desplazamientos por la ciudad se harán en bici, frente a poco más de un 1% en la actualidad.

Sin embargo, los colectivos de ciclistas urbanos consideran que el PIT es "poco ambicioso y fomenta sobre todo la acera-bici", en palabras de David Arribas, de Recicleta, que está en contra de que el espacio para las bicis se gane a costa del peatón. Además, en su opinión, "el plan no servirá de mucho si el ayuntamiento sigue apostando por el crecimiento desmesurado de Zaragoza y por la especulación urbanística, pues la bici solo resulta útil en recorridos urbanos que no superen en mucho los cinco kilómetros".

Arribas valora el empeño de la corporación, que la pasada legislatura construyó 20 kilómetros de carril-bici, pero preferiría que se aplicara un plan alternativo que elaboró la Federación de Asociaciones de Barrio de Zaragoza "Está más trabajado, es más realista y hace hincapié en que los carriles para bicis han de estar separados tanto de los coches como de los peatones", afirmó.

Los ciclistas urbanos mantienen que el lugar de las bicicletas está en la calzada, pero segregado de los vehículos de motor. "Los carriles que van por la acera solo sirven para crear conflictos con los peatones", indicó José Manuel, un ciclomensajero del Colectivo Pedalea.

Abundan los carriles-bici "chapuceros", como los califica José Manuel. Y, a modo de ejemplo, denuncia el nuevo vial de Echegaray y Caballero, el de Vía Hispanidad, "que está interrumpido por las mamparas de los autobuses", y el de Valdespartera, "que tiene farolas en medio". Por si fuera poco, el carril-bici de Parque Goya no está conectado con el que recorre el Actur.

TRÁFICO APACIGUADO Los colectivos ciclistas apuestan también por crear zonas de tráfico apaciguado en las que los vehículos de cuatro ruedas no puedan circular a más de 30 kilómetros por hora, para que sea posible la convivencia con los usuarios de bicicletas.

"Pero no iremos a ningún lado", advierte Arribas, "si los polígonos industriales y los nuevos barrios se construyen cada vez más lejos del casco de Zaragoza, pues ese modelo de ciudad dispara el uso del coche particular".