Los investigadores de la Universidad de Zaragoza lo tienen claro. Científicamente, lo que se habla en el Aragón oriental es catalán. No hay pruebas que sostengan lo contrario. Y el acuerdo es también unánime entre los lingüistas más reputados que han estudiado las variedades que se hablan en la comunidad, y que ahora serán reguladas a través de la ley. Una norma que en opinión de los expertos servirá para salvaguardar y proteger unas modalidades que podrían perderse.

"Entre los investigadores hay un acuerdo total, no hay dudas, de que lo que se habla en el Aragón oriental es catalán. En este sentido, la conclusión es firme". Así de claro lo explicó el director del departamento de Lingüística de la Universidad de Zaragoza, Javier Giralt. "Las pruebas científicas así lo acreditan y no existen evidencias para poder decir lo contrario, como se intenta desde algunas organizaciones", dijo. Es decir, se considera demostrado, que en esta comunidad se habla catalán.

A partir del próximo 17 de diciembre esta evidencia científica se verá refrendada por la Ley de Lenguas. "Desde mi punto de vista será beneficiosa para las variedades aragonesas. Permitirá dignificar y reconocer la realidad", subrayó Giralt, coautor, junto a otros expertos de la Universidad de Zaragoza, del Estudio sociolingüístico de la Franja Oriental de Aragón.

Giralt desmintió que la enseñanza del catalán normalizado conlleve la desaparición de las variedades propias de cada pueblo. "Es lógico que se produzcan interferencias y asimilaciones, tal como ocurre ahora mismo con el castellano, pero no es algo que debilite a las modalidades, sino que las fortalece porque se trata de lenguas iguales". Y como ejemplo puso Andalucía. Por mucho que se enseñe el español en la escuela, el acento propio del sur permanece y no se pierde.

Así se expresó otro lingüista de la Universidad de Zaragoza, Francho Nagore, para quien negar que se habla catalán es negar "la evidencia". Y destacó que la futura ley "impedirá que se pierdan las variedades". Y en ese sentido, puso de relieve el papel que deberán jugar la escuela y los medios de comunicación públicos en la transmisión y normalización del uso del catalán y el aragonés. "Es muy positivo que se usen ambas lenguas en la Administración, aunque la ley es muy permisiva en ese eso".

La norma "servirá para preservar nuestras lenguas. Y en el caso del aragonés es muy necesario porque la influencia del castellano es muy fuerte. Por eso será necesario realizar una gran labor de recuperación porque en muchos sitios se ha perdido", lamentó Nagore. La ley llega tarde en muchos aspectos, pero será "un reconocimiento a parte de la cultura de Aragón".