Cientos de personas, 500 según la delegación del Gobierno, convocadas por la Asociación Yesa+no, la Asociación Río Aragón y la Red Navarra en Defensa de los Ríos Urbizi, se manifestaron ayer en Pamplona para pedir la paralización de las obras de recrecimiento del embalse de Yesa y la elaboración de un informe sobre sismicidad.

También se sumaron a la convocatoria de esta manifestación Chunta Aragonesista, EH Bildu, Geroa Bai, Podemos e Izquierda-Ezkerra, cuyos representantes participaron en la marcha, que partió de la antigua estación de autobuses de Pamplona. También asistieron otros representantes de Aragón a título particular y contó con el apoyo de colectivos como Puyalón o Zaragoza en Común, algunos de cuyos miembros asistieron también.

La manifestación estuvo precedida de una pancarta con el lema Yesa no puede esperar, portada, entre otros, por los parlamentarios Adolfo Araiz (EH Bildu), Isabel Aranburu (Geroa Bai) y Rubén Velasco (Podemos). Se vieron también otras con mensajes como Ni una legislatura más o Por seguridad y se corearon consignas como Ni un metro más o Que no, que no, Yesa no. La marcha, tras recorrer las calles céntricas de la ciudad, finalizó en el Paseo Sarasate.

Iker Aramendía, portavoz de la Asociación Yesa+no, señaló a los medios de comunicación que el objetivo de esta manifestación es «dejar claro en la calle lo que ya está en las mesas técnicas, que el proyecto de recrecimiento del embalse de Yesa es un desastre, que tiene un retraso acumulado tremendo, que va a haber más retraso, que el presupuesto ya casi se ha multiplicado por cinco», dijo Aramendía.

Inseguridades / Además, subrayó que quieren dejar patente que este proyecto «tiene unos problemas técnicos que a nuestro entender, si no son insalvables, son complicadísimos de salvar, lo cual lleva aparejado inseguridad para las poblaciones que vivimos aguas abajo».

Por ello, declaró que demandan la paralización del proyecto y que se haga un informe internacional sobre sismicidad en el entorno del embalse, un estudio que es «imprescindible para desatascar esta situación». Precisamente, ayer se registaron varios movimientos sísmicos en Navarra que no superaron los tres grados de la escala de Ritcher.

Aramendía afirmó que en este momento hay «dos posturas enconadas» sobre el proyecto, y el Ministerio de Medio Ambiente y la Confederación Hidrográfica del Ebro están «atrincherados», sin reconocer «todo el desastre en el que esto se ha convertido», señaló Aramendía., de una obra que debía costar 113 millones y el sobrecoste ante los problemas constructivos aparecidos ya se triplica con creces. Asimismo, siguen insistiendo en la inestabilidad de la ladera, mientras que los defensores del proyecto aseguran que esta se consolidará gracias a la construcción de la presa.

El portavoz de Yesa+no aseguró que el apoyo a la movilización de ayer por parte de siete entidades, entre asociaciones y partidos políticos, «da a entender que llevamos ya un tiempo trabajando, que hay comprensión, que hay ganas de trabajar y que va a haber un recorrido más largo respecto a Yesa que lo que esta manifestación marca», dijo.