La cirugía en las hernias de disco cervicales ya no precisará de dos intervenciones: una para realizar la extracción del disco dañado y el implante de la prótesis y otra para extraer, posteriormente, las placas metálicas que lo sujetan. Gracias a un revolucionario material, usado por el Clínico el pasado 6 de junio por primera vez en España, estas placas se deshacen y son reabsorbidas por el organismo una vez que el injerto se ha fijado.

Dos pacientes aragoneses --María Oliva Pérez y Juan Carlos Gracia-- han sido los primeros españoles en beneficiarse de estas nuevas placas, que previsiblemente se extenderán a todos los centros sanitarios españoles. Por el momento, el Clínico prevé operar, durante este año, a 18 personas con estos nuevos materiales, aunque se espera que su uso de extienda también a otras intervenciones, como las fracturas cervicales, y al resto de los centros sanitarios aragoneses. "Por ahora, esta operación está indicada para gente joven que padezca hernias discales blandas y para personas mayores que sólo tengan un nivel del cérvix --un espacio entre vertebra y vertebra-- afectado", explicó el doctor Juan Calatayud, el neurocirujano que realizó las operaciones.

DE ÁCIDO LÁCTICO Las placas para sujetar los injertos están realizadas con polímeros de ácido láctico, con una capacidad de resistencia similar a la de metales como el titanio, pero maleables cuando se sumergen en suero a 55 grados de temperatura. Tienen un tamaño de 26 a 29 milímetros y los tornillos son de 14 milímetros de longitud y 4,5 de diámetro. Este material reabsorbible por el organismo ya está aceptado por la Unión Europea, donde se ha comenzado a aplicar este año en otros cuatro países, y está muy experimentado en los Estados Unidos.

Su principal ventaja es que, a partir de los 9 meses de implantación --periodo suficiente para que el injerto se fije por si mismo--, desaparecen progresivamente y al año y medio o dos años de la operación el cuerpo ya los ha absorbido totalmente. Como consecuencia, se evita tener que realizar una segunda operación para retirar las antiguas placas de metal y se permite la realización de pruebas radiodiagnósticas, antes alteradas por la influencia del metal.

"La presencia de metales hacía que la imagen en los TAC o en las resonancias magnéticas apareciese desvirtuada y con los contornos indefinidos", explicó Ignacio Pina, jefe de sección de Radiodiagnóstico en el Clínico. Con las nuevas placas, los facultativos pueden valorar el resultado de la operación sin interferencias.

LOS CONEJILLOS DE INDIAS María Oliva Pérez, de 51 años y archivera de este mismo centro sanitario, y Juan Carlos Gracia, de 39 y trabajador en la construcción, ambos zaragozanos y afectados con hernias discales que afectaban a su calidad de vida y a su trabajo han sido los conejillos de indias que han probado, por primera vez en España, las placas con el nuevo material.

"Tenía dolor de cabeza, había perdido la fuerza y se me dormían las articulaciones. Cada vez podía trabajar menos y, cuando lo hacía, era a base de atiborrarme de pastillas", indicó Juan Carlos. Ahora, a tan solo una semana de la operación, ambos coincidieron en el resultado de la misma: "Los dolores han desaparecido".