El claustro del real monasterio de San Victorián, en la comarca del Sobrarbe, será visitable a partir de este domingo. El Gobierno de Aragón cerró ayer un acuerdo de colaboración entre la sociedad de promoción y gestión del Turismo Aragonés, la comarca y el Ayuntamiento del Pueyo de Araguás para desarrollar hasta el próximo diciembre un programa de visitas guiadas que permita difundir una joya del patrimonio arquitectónico hasta ahora vetada a los visitantes.

Este paso adelante en la recuperación del considerado por los historiadores como monasterio más antiguo de España llega tras un lento proceso de restauración que finalizó el pasado mes de diciembre. Las tareas de acondicionamiento en esta última fase son las que han permitido la apertura del claustro y también de la torre, el refectorio y la antigua biblioteca. La inversión aportada por la DGA asciende hasta casi los cien mil euros.

La recuperación de este espacio ha ido pareja al acondicionamiento de los accesos por carretera. Por ahora queda pendiente el trabajo en algunos edificios anexos. El presidente de la DGA, Javier Lambán, se comprometió a dotar presupuestariamente las obras en el presente ejercicio, pero el retraso en la aprobación de las cuentas puede retrasar su puesta en marcha.

REHABILITACIÓN

Este edificio a los pies de la Peña Montañesa en la actualidad solo conserva una parte de las numerosas dependencias que formaron parte del conjunto. En 1835 fue desamortizado y sus posesiones pasaron a manos privadas. Desde 1992 se han invertido más de dos millones de euros y se abrió al público en el 2011, año en el que el Gobierno de Aragón compró la parte privada para poder continuar con las obras de rehabilitación.

En esta nueva etapa, los visitantes del claustro podrán descubrir una de las joyas del cenobio: el pequeño relieve románico de un pantocrator, bastante deteriorado entre los arcos, que representa la figura sagrada con un libro en la mano izquierda, sentada en una silla de tijera y enmarcada en una delicada orla.