Solo la reforma del Mercado Central no peligra y se estrenará después de votar

El Gobierno de Zaragoza en Común (ZeC) llegará a las elecciones del 2019 con la reforma del Mercado Central como buque insignia de su mandato en cuanto a inversión. Por el volumen de dinero dedicado a la rehanilitación de este icono arquitectónico y solo comparable con la reconversión de los antiguos depó- sitos de Pignatelli. Sus grandes logros, ya lanzados y que, por inercia, no se deberían ver alterados pero que no podrá inaugurar antes de los comicios. Todo lo demás está en el aire en el área de Urbanismo que dirige Pablo Muñoz, y más aún en el de Movilidad que lleva la concejala Teresa Artigas, que tiene ante sí el difícil reto de negociar la aprobación del nuevo Plan de Movilidad Sostenible en un clima absolutamente adverso para conseguirlo. Además, ella deberá gestionar también los tiempos de un contrato ya caducado como el de mantenimiento de los parques y jardines, con evidentes tensiones internas en la empresa que lo lleva, FCC. Un plan de poda que no termina de iniciarse; una operación asfalto y en las aceras que no se ha logrado impulsar; o las complicadas negociaciones con la DGA por obtener parte de los antiguos juzgados del Pilar son otros de los escollos a desgranar en los próximos doce meses.

Solo una municipalización y por la fuerza, la del 010

El concejal de Servicios Públicos, Alberto Cubero, ha cumplido con su misión: aumentar el control y las sanciones a las empresas con las que trabaja el ayuntamiento- «del Ibex 35»-, lo que ha generado dificultades en las negociaciones, e iniciar procesos de municipalización. Lo intentó con los puntos limpios, con la depuradora o con el servicio de atención telefónica 010. Solo lo ha conseguido en este último caso y forzando la situación hasta que la Justicia ha tenido que reconocer a las 14 empleadas -que han estado meses sin cobrar- como personal laboral indefinido no fijo, pero por su contratación «irregular» por parte del ayuntamiento. Al margen de crear la Oficina de Inspección, sacar nuevas Ofertas Públicas de Empleo (OPE) y actualizar la ordenanza animal, Cubero ha perdido sus competencias sobre los parques y jardines de la ciudad después de admitir que urge actuar en el arbolado.

Pontoneros, un proyecto sin apoyos

La concejala de Derechos Sociales, Luisa Broto, ha logrado sacar adelante las subvenciones, ha aumentado las partidas para ayudas, ha alcanzado acuerdos con el Gobierno de Aragón y ha puesto en marcha el proyecto de reforma del albergue. Su paso por la concejalía apenas estará salpicado por alguna polé- mica. No puede decir lo mismo Pablo Híjar, concejal de Vivienda, que no ha sido capaz de llegar a acuerdos para sacar adelante su proyecto estrella, la reforma de Pontoneros. Sí que ha conseguid aumentar un 42% el parque social, pero necesita el apoyo del pleno si quiere sacar adelante un ambicioso plan de 75 millones de euros para rehabilitar el parque municipal y sacar adelante 300 viviendas nuevas.

Las finanzas se reordenan y los bancos lo agradecen

El estado de las cuentas del Ayuntamiento de Zaragoza son ahora mismo el principal aval de la gestión de Zaragoza en Común (ZeC) en tres años de legislatura. Se ha logrado reducir el endeudamiento de la ciudad hasta dejarlo por debajo de los 700 millones de euros este año, situando el índice sobre el volumen de ingresos en el 86% -lo recibió en el 124%- y los impagos con las grandes contratas se han reducido a cero, dejando una libertad de movimientos a la hora de negociar con ellas que en el pasado supuso una debilidad. El único hándicap de ambos logros es que los principales beneficiados de estos son los bancos -los de la usura que les llamaba el titular del área, Fernando Rivarés-, que están cobrando regularmente y sin demoras, y las multinacionales a las que se les abona las certificaciones con puntualidad. Y lo es porque ninguno de ellos era el público objetivo de sus propuestas en el 2015, sino el rival a batir. No obstante, Zaragoza se ha visto fortalecida porque, no solo ha salido del plan de ajuste que desde el 2011 tutelaba cada movimiento de las arcas municipales, sino que además este año, el de la ruptura con la oposición, le ha proporcionado la posibilidad, hasta ahora prohibida, de captar más deuda a largo plazo, imprescindible para acometer inversiones que no podía afrontar con recursos propios. Unos proyectos ya incluidos en los presupuestos y con plurianuales que no se verán alterados en el 2019.

La dudosa reforma de la Policía Local

El Gobierno de ZeC llegó a la alcaldía abanderando la participación y eso es lo que ha tratado de conseguir: que los zaragozanos se involucren a través de los presupuestos participativos. Sin embargo, poco más del 1% de los residentes se han implicado en elegir el destino de un pellizco del presupuestos anual y la Federación de Asociaciones de Barrios de Zaragoza (FABZ) no está muy convencida con el formato. Tampoco lo están los policías locales. La concejala del ramo, Elena Giner, lleva tres años anunciando un cambio en el modelo del cuerpo, y salvo cambiar de uniforme a la Unidad de Apoyo Operativo no ha conseguido mucho más. El prometido cambio sigue en el aire, como la solución a los problemas en el rastro de la Expo.