La Audiencia Provincial de Zaragoza ha elevado hasta 11.000 euros la indemnización impuesta en primera instancia a una clínica estética por las cicatrices causadas a una mujer que se sometió a una intervención para adelgazar.

La intervención, según recoge la sentencia, dejó a la paciente dos cicatrices por debajo del ombligo de 5x3 y 4x1 centímetros, afecciones por las que el Juzgado de Primera Instancia nº 1 de Zaragoza condenó a la clínica, Tokini SL, al pago de una indemnización a la paciente de 5.800 euros.

Esta resolución fue recurrida tanto por la empresa de medicina estética, que esgrimió informes que advertían de posibles cicatrices, y por la propia paciente, que reclamó una indemnización más elevada.

Los magistrados de la Audiencia de Zaragoza admiten en su sentencia que la medicina estética de carácter voluntario conlleva la posibilidad de producir algún tipo de afecciones, pero señalan que las cicatrices sufridas por la denunciante constituyen un "daño desproporcionado" no acorde con el objetivo de la intervención.

El tribunal argumenta que la clínica no aportó prueba suficiente para desvirtuar la acusación formulada por la denunciante, "no resultando suficiente con afirmar que las cicatrices eran un resultado posible", añade la sentencia