El hospital Clínico de Zaragoza vivió ayer un momento apurado cuando en dos horas acudieron a sus instalaciones siete mujeres de parto, el mismo número de alumbramientos que este centro suele atender a lo largo de toda una jornada. El modo de resolver esta situación provocó ayer las críticas del sindicato CCOO, que denunció que la falta de espacio obliga a que haya mujeres que tienen que parir sin anestesia epidural y que incluso tienen que ser atendidas en los pasillos. El gerente del Clínico, Víctor Calleja, rechazó rotundamente estas acusaciones e indicó que ayer se dio una situación "excepcional" que se resolvió sin problemas y que solo una de las parturientas no recibió la citada anestesia por problemas con el idioma.

En un comunicado, el sindicato aseguró que, según testimonios de los propios trabajadores del centro, el servicio de Obstetricia del hospital está atendiendo a las parturientas en los pasillos. Delegados de CCOO aseguraron haber confirmado esta situación, que está teniendo consecuencias para las mujeres ingresadas: "A las parturientas ingresadas no se les puede poner la epidural por no disponer del espacio adecuado para ello, con lo que se vulnera así un derecho reconocido a las mujeres: parir sin dolor".

A las 12.50 horas, aseguró el sindicato, "se estaba atendiendo en el pasillo a una parturienta con monitor y a otra dilatando sin anestesia epidural. Además, en diversos cuartos había otras cuatro parturientas dilatando y una pendiente de pasar a planta". El centro sanitario dispone de cuatro salas de parto que, debido al aumento de población asistencial, sobre todo inmigrante, se ve cada vez con mayor frecuencia desbordado, lamentaron desde CCOO. "Esta situación, de acuerdo a estas mismas fuentes, se viene repitiendo aproximadamente de cinco a seis veces al mes", agregó Comisiones, cuya sección sindical en el hospital Clínico ha pedido explicaciones al director medico del centro, "sin que hasta el momento se hayan recibido".

Estas críticas no fueron bien recibidas por el gerente del Clínico, Víctor Calleja, que apuntó que ayer se dio una situación excepcional debido a que se concentraron en dos horas por la mañana siete partos, el mismo número que normalmente el servicio atiende a lo largo de todo un día. "Tenemos cuatro salas de dilatación, un número dimensionado y suficiente para el número de alumbramientos", dijo.

SEIS DE SIETE Calleja también destacó el "buen hacer" de los profesionales del servicio de Obstetricia y negó rotundamente que se hubiera dado una mala atención a a las parturientas. "Todos los partos se han monitorizado y atendido y en seis de los siete casos se ha puesto a las mujeres la anestesia epidural. En el caso de la séptima no se le ha administrado debido a que por problemas con el idioma no ha podido firmar el consentimiento informado", aseguró el gerente.

"Hemos tenido un momento apurado que ha exigido que una zona, que no es de tránsito, fuera utilizada. Es cierto que no es el lugar ideal, pero era una situación excepcional", añadió.