La organización ecologista COAGRET ha manifestado su apoyo al Ayuntamiento de Tarazona (Zaragoza) por la denuncia que ha realizado sobre los "vertidos incontrolados" que llegan al embalse de El Val desde Agreda y Olvega, y que podrían producir un "peligro sanitario de primer orden".

La organización ha alertado en una nota de prensa de que la aparición de "sustancias peligrosas" en el agua es inminente y que que, a pesar de que las poblaciones limítrofes ya no empleen el embalse para consumo humano, sí que la usan en agricultura y ganadería.

Por esa razón, Coagret ha advertido de que estos vertidos podrían producir "graves afecciones" en la huerta de Tarazona, así como a las industrias alimenticias de la zona del Moncayo.

La organización ecologista ha propuesto que como primera solución se finalice el servicio de este embalse hasta que se asegure la "buena calidad del agua".

Además, Coagret ha denunciado la contaminación del río Queiles que cruza el embalse, del que responsabiliza a la Confederación Hidrográfica del Ebro por su "escasa gestión".