Es una feria de foto. De Foto&Cine. El certamen cumplió ayer su duodécima edición en Aragón (diez en Huesca y las dos últimas en la sala Multiusos de Zaragoza) con una jornada para el coleccionismo de la que disfrutaron unas 2.000 personas, según la organización. Veinte expositores formaban un recorrido histórico a través del objetivo de una cámara, dentro de un certamen único en España y con impronta gala. "Allí existen cuarenta o cincuenta certámenes dedicados a este tipo de material y en su día pensé que sería bueno iniciar uno en Aragón", explicaba Julio Álvarez Sotos, director de la galería Spectrum de Zaragoza y organizador de la feria. "En realidad, era más que oportuno, puesto que de nuestra comunidad son dos de los grandes coleccionistas del género: Paco Boisset --cuyas piezas sirvieron de base hace unos meses para la muestra El cine antes del cine, en Morlanes-- y José Luis Mur, ahora afincado en Madrid y considerado uno de los grandes de Europa".

Ayer, los expositores, la mayoría de ellos franceses, hicieron disfrutar al público con objetos de todo tipo, entre los que se podían encontrar piezas desde los 2 euros a los 50.000. "El artilugio más caro, y a la vez el más raro, era un visor de finales del siglo XIX construido en madera y por encargo, que permitía ver películas de cine mientras se escuchaba música, a través de dos grandes tubos", explicaba Álvarez. "Es un objeto muy extraño, teniendo en cuenta que su fabricación es previa al descubrimiento de los tocadiscos y otros aparatos sonoros". Pero allí también se podían encontrar cámaras analógicas, daguerrotipos, fotografías...

A pesar de contar con un único patrocinio, que es el del ayuntamiento, la feria ha ido a más durante los últimos años. Y, según la organización, aún debería crecer más. Para próximas ediciones, ya piensan en actividades paralelas.