El colegio público CEIP Martínez Garay de Casetas necesita con urgencia que el Ayuntamiento de Zaragoza actúe porque arrastran desde hace meses problemas en las instalaciones que están afectando al alumnado. Sus quejas se refieren, principalmente, al seto de protección existente en el vallado exterior que se ha ido deteriorando y desapareciendo progresivamente por la falta de cuidado del consistorio.

Un déficit en la conservación que, según denuncia la dirección del centro, se reproduce en el interior del patio de recreo, con pistas deportivas donde crece la hierba a sus anchas. O por los ejemplares del arbolado «que se quitaron por riesgo de caída y aún no se han repuesto», expuso la directora.

Este colegio cuenta con un oficial de mantenimiento, en un colegio que cuenta con una vía y 161 niños asistiendo a clases a diario. Alumnado que necesita esa protección vegetal porque «nos protegía del viento y de los materiales que arrastra y de que se cuelen animales (como gallinas y gatos, explican) al interior del centro de vecinos que viven al lado», además de la barrera natural que representa para un centro ubicado en un extremo del barrio muy cerca de las vías del tren y de fincas particulares. «Nos está afectando a las clases de Educación Física», concluyen.