Un excomercial pide tres años de cárcel para su exjefe, el empresario zaragozano Víctor S., al que acusa de haberle estafado --a él, a otros comerciales y a varios anunciantes-- haciéndose pasar por responsable de la revista Gastro Aragón, con la que en realidad no tenía nada que ver, según demostró la investigación policial. De hecho, al empresario le constan varias detenciones policiales por hechos similares con otras revistas.

En el caso del denunciante, representado por el letrado Fernando Rodríguez Burgués, se encontraba en paro cuando vio un anuncio en un periódico, mediante el que contactó con S. Este se presentó como dueño de la citada revista, entregándole un ejemplar, y le ofreció un contrato de tres meses, con gastos de combustible, dietas y un sueldo de 1.040 euros netos.

El procedimiento eran una serie de reuniones diarias, en las que el empresario le decía al comercial qué localidades y locales debía visitar para vender un inserto publicitario en la revista, para que luego una fotógrafa fuese a hacer el reportaje y cobrase. Luego esta le entregaba el dinero al empresario.

EN DIEZ MUNICIPIOS En menos de un mes, entre agosto y septiembre del año pasado, el denunciante viajó a diez localidades de la provincia de zaragoza, sin haber cobrado ni dietas ni la parte proporcional del sueldo. Víctor S. le explicaba que la gestora no estaba, y luego dejó de cogerle el teléfono. Un día en que sí habló con él le dijo que estaba en Madrid, pero le vio en una cafetería del Coso. Le pidió que le pagase, y el empresario salió corriendo, dejándose el móvil. Este lo entregaron a la Policía al denunciar.

Según recoge el escrito de acusación, el Grupo de Delincuencia Económica de la Policía acreditó que Víctor S. vendía publicidad para insertar en Gastro Aragón sin tener relación con ella. Ya le habían investigado dos veces, por métodos similares. En este caso le calculan un beneficio de 2.350 euros, sin contar las nóminas y dietas que no abonó a los comerciales.

Por ello, el comercial presentó ayer ante el Juzgado de Instrucción número 6 de Zaragoza su escrito de acusación, en espera de que la Fiscalía y el verdadero responsable de la publicación, personado también como perjudicado, hagan lo propio.