El desmontaje de la telecabina que se montó para la Expo 2008 de Zaragoza ya ha comenzado con la retirada de los cables de la instalación. De esta manera, y tras más de una década, sus torres dejarán de formar parte del paisaje de la capital aragonesa.

La infraestructura cuenta con 1.190 metros de longitud y se eleva a 50 metros de altura sobre el meandro de Ranillas, adentrándose entre el Pabellón Puente de Zaha Hadid y el palacio de Congresos de Nieto y Sobejano. De su realización se encargó la unión temporal de empresas (UTE) formada por Aramón y Leitner y contó con una inversión de casi 12 millones de euros. Durante el desarrollo de la muestra, a lo largo de 93 días, llegó a mover a cerca de un millón de personas.

Fue en el 2011 cuando dejó de funcionar, tras acumular un déficit cercano a los 4 millones de euros en los años 2009 y 2010. Tras la Expo, algunas de las críticas que suscitó la instalación surgieron de la ubicación elegida para las dos estaciones motrices, una en el barrio de La Almozara, cerca del edificio Etopia, y la otra en el aparcamiento del parque del Agua. Otras se debían al precio del viaje, de 5 euros una vez acabada la muestra (durante la Expo, la entrada incluía el trayecto).

En noviembre del 2010, la concesionaria del negocio, la UTE formada por Aramón y Telenieve, pidió al consistorio la «necesidad de reestablecer el equilibrio económico-financiero del contrato» suscrito en marzo del 2007. Con ello se planteaba o que «se otorgase una subvención» o que se «procediera a extinguir el contrato». El Gobierno de la ciudad tardó menos de dos meses en responder con que no se concedería subvención alguna. Fue en enero del 2011 cuando se dio orden para tramitar su extinción.

En mayo del 2015, la UTE formada Aramón y Telenieve tomó la decisión de descolgar las cabinas, que acabaron siendo almacenadas en las propias estaciones de la infraestructura. Durante el tiempo que ha estado la telecabina en la capital aragonesa, se han barajado muchas posibles ubicaciones. En su momento se comentó como destino la estación de Formigal. Posteriormente, otra de las candidatas para acogerla fue la turolense de Valdelinares.