Técnicos externos al Ayuntamiento de Alcañiz visitarán hoy la zona del derrumbe para determinar el grado de daño en las viviendas afectadas por el deslizamiento del cerro Pui Pinos.

Se encargarán de estudiar los daños de cada edificio y determinarán si pueden ser reparados o si, por el contrario, son irreparables y, por lo tanto, hay que demolerlos. También iniciarán los trabajos de peritaciones de los seguros de los domicilios.

«La zona de arriba está prácticamente segura y casi todos los vecinos han podido entrar ya a sus casas para quedarse a vivir con total normalidad», explicó el alcalde de Alcañiz, Juan Carlos Gracia Suso. El primer edil señaló su intención de «limpiar lo antes posible la parte baja y dar acceso a la carretera» y devolver la normalidad.

El sábado, los vecinos de diez viviendas de la parte alta de la carretera pudieron entrar en sus domicilios con todos los suministros disponibles. No tuvieron la misma suerte aquellos afectados por la «lengua de tierras», ya que sus viviendas están muy dañadas.

Según explicó Gracia Suso, también se ha negado el acceso a una residencia intacta, situada enfrente del lugar del accidente, hasta que no se evalúe el estado de la estructura y se determine que no hay peligro de que se caiga. En similar situación se encuentra otra cercana, en la parte alta por prevención, ya que se están realizando trabajos en el talud. En total, tras el corrimiento de tierra se desalojó a 58 personas de las cuales 33 fueron realojadas por el consistorio en los hoteles de la ciudad. El resto s se trasladó a otros domicilios propios o viviendas de familiares y amigos.