La demolición de la antigua cárcel de Torrero comenzará el próximo lunes y afectará al edificio central, de gran tamaño, mientras que se conservarán para su rehabilitación y utilización como equipamientos los pabellones catalogados que dan fachada a la avenida de América.

El teniente de alcalde de Urbanismo, Antonio Gaspar, asistirá al comienzo de las demoliciones que se han agilizado tras el desbloqueo de las autorizaciones del Ministerio del Interior obtenidas por la Gerencia de Urbanismo el pasado mes de abril. El concurso para la contratación de los trabajos por procedimiento de urgencia se resolvió a primeros de este mes, resultando adjudicataria la empresa Derribos El Salvador, con un presupuesto de 168.297 euros y un plazo de ejecución de un mes.

Tras obtener las autorizaciones definitivas, la Gerencia de Urbanismo "ha cumplido los plazos comprometidos" y se ha dado vía libre al derribo que "impulsa definitivamente este importante plan de equipamientos para el barrio de Torrero", señalaron fuentes de Urbanismo.

A principios de este mes, Urbanismo presentó la nueva ordenación que transformará los antiguos terrenos penitenciarios en un importante foco de centralidad del barrio de Torrero, con un amplio paseo peatonal y comercial, un aparcamiento subterráneo para 300 plazas, altamente demandado en el sector, y diversos equipamientos. Además, se construirán cuatro bloques de viviendas, uno de ellos en torno a una nueva plaza que se crea para salvar el laurel centenario que se conserva en uno de los patios de las antiguas instalaciones penitenciarias.

El ámbito de los terrenos de la antigua cárcel de Torrero ocupa una superficie de 23.000 metros cuadrados.