La Diputación de Zaragoza ha iniciado los trabajos para rellenar de escollera la sima reabierta por cuarta vez desde 2007 en Alcalá de Ebro (Zaragoza), donde se trabaja desde ayer, según fuentes de la institución provincial.

En los trabajos participan cinco camiones y una retroexcavadora, lo que permite echar unas 1.200 toneladas de piedra al día.

Los técnicos se han mostrado confiados en poder dejar el socavón tapado y enrasado con zahorra mañana, siempre que no se vuelva a hundir, lo que no impide que la dolina pueda abrirse en otro punto.

"La sima es la más grande de la zona y se encuentra en un área muy sensible, en la desembocadura del barranco de Juan Gastón, lo que explica los distintos socavones que se han abierto", ha señalado Gonzalo López Pardos, uno de los técnicos que trabajan en el rellenado de la sima.

De hecho, la inestabilidad del terreno y la realización de los trabajos han obligado a cerrar cautelarmente un bar situado a pocos metros de la sima.

El presidente de la Diputación de Zaragoza, Juan Antonio Sánchez Quero, quien ha visitado la zona hoy, ha destacado la reacción y la agilidad de una institución "tan cuestionada últimamente", y ha señalado que en el caso de que vuelva a abrirse la sima, como ha sucedido ya en varias ocasiones, solicitará la implicación del resto de administraciones para zanjar un problema que lleva alertando a los vecinos de esta localidad desde hace una década.

La sima de Alcalá apareció en junio de 2007 en la calle de la Estación, junto a la mota que protege el casco urbano de las avenidas del Ebro.

Desde entonces se ha reabierto otras tres veces: en julio de 2010, en noviembre de 2013 y el pasado martes.

La calle, uno de los accesos principales al municipio, permanece cortada al tráfico y la vivienda más cercana a la dolina sufrió graves daños y tuvo que ser desalojada y recalzada.

A finales de 2013, la Diputación de Zaragoza saneó la zona afectada por la sima e hizo unas inyecciones de espuma y de resina que dieron buen resultado y esta pasada primavera concedió una ayuda de urgencia de 111.000 euros para que el ayuntamiento comprara la casa dañada y la derribara.

Esa actuación permitió tender un nuevo colector de saneamiento salvando la zona en la que hasta ahora se había abierto el socavón, pero la semana pasada reapareció la sima junto a la tubería recién instalada.