Una mujer ha sido detenida esta mañana por agentes de la Policía Nacional en Calatayud (Zaragoza) acusada de asesinar a su marido, de 69 años, que estaba prácticamente ciego y cuya desaparición denunció el domingo. El cuerpo ha aparecido en un habitáculo interior (tipo cueva) excavado en la roca colindante con la casa, utilizado como leñera. Se encontraba oculto bajo la leña envuelto en plásticos y todavía está por determinar la causa real de la muerte.

La alerta policial se activaba el pasado martes a las 15:29 cuando una mujer de unos 55 años de edad acudía a la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía en Calatayud para denunciar la desaparición de su marido, un hombre de 69 años, casi ciego, medicado por padecer diabetes y problemas de tensión arterial.

El desaparecido, Raimundo Medrano de 69 años, llevaba en Calatayud apenas un año. Se trata de un conocido delincuente de los años 60, relacionado con El Lute. Según su esposa debía tomar medicación de forma constante y estaba prácticamente ciego. Éstas y otras circunstancias que acompañaban la desaparición permitieron calificar de inmediato la desaparición como de inquietante, activándose por ello los protocolos para este tipo de casos.

El hecho de que el hombre nunca saliera sólo a la calle, haciéndolo en todo caso acompañado y otros hechos que todavía se analizan hicieron sospechar a los investigadores sobre la posibilidad de que la desaparición no fuera meramente accidental y que hubiera algún otro motivo que la provocarán.

Los agentes de la Policía Nacional, apoyados por dotaciones de Policía Local y Protección Civil de Calatayud, realizaron durante las últimas horas de la tarde del día 6 un rastreo de las proximidades del domicilio, interrogando a vecinos y posibles testigos para determinar si alguien vio al desaparecido abandonar el domicilio a primera hora del día 5 de enero y con quien.

La denunciante manifestó en la denuncia que había ido al consultorio médico a primera hora y después a hacer unas compras, y fue al volver cuando se dio cuenta que su marido había salido, llevando encima 2.000 euros y un teléfono móvil que no daba línea. Intentó despistar a los investigadores con informaciones incoherentes.

La Policía Judicial tomó declaración a varios familiares, entrevistándose nuevamente con la denunciante con la finalidad de determinar hábitos y costumbres, intentando arrojar luz sobre dónde y qué pudo haber hecho el desaparecido. Pero fue durante la madrugada cuando finalmente la esposa confirmó ser la autora de la muerte de su marido y determinó donde se encontraba el cuerpo.

Tras confirmar la versión de la víctima y la ubicación del arma de fuego, con las primeras luces del día, se inició el examen de la zona próxima a la vivienda, próxima a una ermita de la ciudad, y una vez con la autorización de la Juez de Guardia se procedió a la inspección ocular del domicilio contando para ello con un equipo especial de Policía Científica desplazado desde la Jefatura Superior de Policía de Aragón para colaborar en el levantamiento del cadáver.

La investigación que ha sido realizada por el Grupo Local de Policía Judicial de Calatayud se encuentra todavía abierta y bajo secreto de sumario, siendo dirigida por la titular del Juzgado de Instrucción número dos de Calatayud.

ENEMIGO PÚBLICO NÚMERO 2

Medrano participó junto a Eleuterio Sánchez en el asalto a la joyería de Bravo Murillo, regentada por Tomás Ortiz Segres, quien tenía 66 años e iba desarmado. El Lute, con sus compinches, Medrano y Juan José Agudo Benítez, llegaron en una moto Montesa Impala, robada, y portando una pistola. Eran las dos y media de la tarde del 5 de mayo de 1965. Lute y Agudo tiraron unas piedras contra la luna de la joyería y se llevaron pulseras, anillos, gargantillas, relojes: según Macebo, 164.000 pesetas en oro y joyas.

Ortiz Segres salió a darles el alto mientras los tres quinquis huían, y aunque no pudo lanzarles otra cosa que sus gritos, recibió un disparo en el tórax que le costó la vida. Días más tarde, el Lute y Medrano fueron sometidos a juicio, lo mismo que Agudo cuando se dejó ver. Se les achacaron varios robos y sustracciones, y la participación en el homicidio, de quien Medrano siempre se declaró inocente señalando a El Lute como autor del disparo.

En un juicio sumarisimo, celebrado el día 28 de mayo en el Juzgado Militar número 2 de Madrid, Eleuterio Sánchez y Raimundo Medrano fueron condenados a muerte. Horas después, se entregó el tercer atracador. El 7 de junio, el Jefe del Estado les conmutó la pena capital por otra de treinta años de reclusión. Existe un libro sobre mediano titulado Enemigo público número 2.