La Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Zaragoza aprobó ayer, tras un largo debate, denegar la licencia de funcionamiento del complejo Aura por ejercer una función mayoritariamente hostelera cuando debería ser deportiva. Lo hizo con los votos a favor de Zaragoza en Común (ZeC), PSOE, C’s y CHA y la abstención del PP. La empresa, que no tardó en responder al consistorio, anunció que llevará esta decisión a los tribunales y que solicitará medidas cautelares para seguir con la actividad hasta que haya una sentencia. «Será un juez quien decida sobre los diferentes criterios a la hora de valorar si hemos subsanado las deficiencias detectadas». La empresa dice que se han satisfecho y el ayuntamiento lo niega.

El concejal de Urbanismo, Pablo Muñoz, llevó ayer a la gerencia por segunda vez la denegación de la licencia de actividad. Explicó que se han realizado cuatro inspecciones en las instalaciones en tres años y que han tenido varias oportunidades de adecuar su actividad al proyecto que presentaron.

Según el informe del servicio de Disciplina Urbanística, en el edificio predomina el uso de restauración y hostelería cuando iba a ser «complementario» del principal, el «deportivo». El uso deportivo debería ocupar, según el proyecto, «3.263,61 metros cuadrados (1.530,97 en sótano, 860,60 complementario en planta primera, 627,13 en planta segunda y 244,91, administrativo y deportivo en planta cuarta)», es decir, un 57,03% de los 5.722,79 metros cuadrados totales, pero la realidad es que solo hay «1.622,8 metros cuadrados», la mitad.

Muñoz explicó que se informará al interesado de que no puede seguir prestando la actividad y de que su incumplimiento «puede implicar, en caso de ser detectado, un expediente sancionador y la tramitación de otro que puede finalizar con el cierre del local». Con agosto de por medio, mes inhábil en la Administración, «tiene tiempo para subsanarlo porque el uso tiene que ser fundamentalmente deportivo». Desde Aura criticaron que, tras el último requerimiento por parte del consistorio el pasado mes de abril, el servicio de inspección no se ha acercado a confirmar si se han subsanado las deficiencias.

El portavoz del PP, Pedro Navarro, cuestionó las intenciones de ZeC. A su juicio, una posible solución para evitar el cierre pasaría por limitar el acceso, siempre gratuito, a la sala de fiestas a los usuarios que asistan a un evento en el edificio. Algo que confirmó el coordinador del área, Miguel Ángel Abadía, quien reconoció que lo que tiene que hacer el propietario es restablecer el orden jurídico.