El Ministerio de Fomento realizó durante el pasado fin de semana la prueba de carga del viaducto que salvará el río Guarga en el futuro trazado de la A-23 sobre el Monrepós. La comprobación fue satisfactoria, ya que tras aplicarle nada menos que 1.216 toneladas de peso la estructura apenas se movió 3,5 centímetros, lo que está en niveles aceptables para el máximo esfuerzo del vial. La prueba supone otro avance en la puesta en funcionamiento de la autovía en el tramo entre Caldearenas y Lanave.

Según informó el ministerio, a lo largo de este año se ha trabajado en la finalización de esta estructura, concretamente con la construcción del tablero de hormigón sobre la viga cajón metálica, además de la colocación del pretil en ambas márgenes, lo que se ha realizado entre la última semana de julio y la pasada, primmera de agosto.

Así se ha completado este viaducto de 350 metros de largo, con cuatro vanos, que cuenta con tres apoyos intermedios compuestos por pilas de 4,30 metros de diámetros y 45 metros de altura, que se unen al tablero superior mediante unos dinteles metálicos con forma de V. Los trabajos han costado 14,6 millones de euros, y con esta prueba se dan por finalizados.

Según explicó el ministerio, a lo largo de este pasado fin de semana se emplearon 32 camiones de cuatro ejes, con 38 toneladas de peso cada uno, necesarios para comprobar el máximo nivel de sobrecarga de la infraestructura. Utilizando equipos topográficos de precisión, el descenso máximo del panel ha sido de 3,5 centímetros, lo que concuerda con los cálculos previos.

Fomento recordó que la construcción de este paso elevado ha sido necesaria de cara a salvar las afecciones del paraje inferior, La Guarguera, declarado Lugar de Interés Comunitario (LIC) por la importante presencia de especies vegetales y animales.

CARRETERA EN TERUEL

Por otro lado, ayer se publicó en el BOE la licitación de las obras de rehabilitación del tramo de la carretera N-211 que discurre entre la localidad turolense de Monreal del Campo y el límite con la provincia de Guadalajara. Se trata de una actuación en 16,9 kilómetros que cuenta con un presupuesto previsto -a falta de que se presenten las ofertas- de 3,02 millones de euros y un plazo de ejecución estimado de 10 meses, una vez comenzada.

Según detalló el Ministerio de Fomento, las obras consistirán en la reparación localizada del firme deteriorado de la vía, el fresado de la capa de rodadura y su reposición con mezcla bituminosa en caliente.

El presupuesto incluye la actuación en la travesía de Monreal del campo, donde se demolerá el actual firme para reconstruirlo con zahorra artificial y varias capas de la citada mezcla vituminosa, menteniendo la rasante actual.

Además de estos dos objetivos principales, las obras incluirán la adecuación de accesos e intersecciones con otras calles, la reposición de las instalaciones de la carretera que puedan verse afectadas por las obras y la colocación a la misma cota de bordillos, isletas, elementos de drenaje y barreras desplazadas durante los trabajos de rehabilitación.

Estos dos anuncios del ministerio se suman a la licitación, comunicada hace dos semanas, de los proyectos de adecuación y construcción de los tramos de la A-21 entre Sigüés y Tiermas (74,9 millones) y de la A-22 entre Siétamo y Huesca (por 69,2 millones), además de la partida de 60,9 millones de euros comprometida para diversos contratos de mantenimiento y reformas en vías oscenses y otras partidas menores dentro de programas estatales de reforma.

Todas ellas fueron comunicadas el pasado 28 de julio, como publicó este diario.