Un nuevo pleito por el patrimonio podría estar a punto de abrirse pero, como los boomerangs, en este caso podría ser Aragón la que tuviera unos bienes que no le corresponden. Sería un caso Sijena pero a la inversa. O al menos así lo entiende el partido valencianista Compromís, que va a reclamar para Castellón 52 obras de arte depositadas en el convento de las Capuchinas de Barbastro desde el 2012. Estas obras forman parte de otras reivindicaciones que ha emprendido Compromís sobre el «expolio en Valencia», en los que incluye los papeles de Salamanca o la Dama de Elche, entre otras.

Nadie sabe cuál es el auténtico valor de las 52 piezas que las monjas capuchinas trasladaron de su convento en Castellón a la casa que también tienen en Barbastro, y a la que se trasladaron cuando envejecieron las monjas y quedaban pocas en un edificio grande. Así lo autorizó el Vaticano.

La abadesa de la orden anunció el traslado en el 2012, indicando que se llevarían las obras porque eran «de su propiedad». Incluso se llevaron los restos mortales de su beata, Isabel Calduch fallecida en 1937. El traslado de estos restos, así como de los bienes, enfrentó a las monjas con la diócesis de Castellón-Segorbe, quien indicó que los bienes debían quedarse en sus límites, ante la desobediencia de las monjas. La diócesis aludía al derecho canónico, indicando que cualquier otra decisión sería «nula e ineficaz» según sus normas.

Eso sí, propusieron conveniar con Castellón algunas obras, vía compensación económica. De hecho, la orden alquiló para una muestra municipal --denuncia Compromís-- varios cuadros de Murillo por 3.000 euros la pieza. De hecho, la colección de pinturas del Barroco de la congregación se supone que son valiosas, aunque no se conoce qué patrimonio se trasladó a Barbastro, lo que para Compromís es «un hurto con nocturnidad» y que contó «con la pasividad cómplice del PP».

El senador de Compromís llevará una serie de iniciativas a la Cámara Alta para tratar de reclamar todo este patrimonio. «Por la permisividad de los gobiernos del PP, únicamente se pudo cuantificar que se sacaron más de un centenar de obras del convento antes del abandono de esta orden, que una cincuentena se depositó en otros sitios de la provincia, sin saber dónde, ni existir una catalogación e inventariado para saber el valor real de estas obras».

Desde Compromís, Mulet recalcó a su vez «otros casos de expolio patrimonial a los valencianos, como la persistencia de los papeles de Salamanca. Hay constancia de que, al menos, ocho vagones de ferrocarril con más de 80 toneladas de documentos, libros y revistas fueron enviados desde Vinaròs, Castelló, Valencia y Alicante hacia el Archivo de Salamanca», aseguró el político valencianista.

La reivindicación de Compromís se une a otras exigencias que al amparo de lo sucedido con Sijena tratan de equiparar sus problemas de patrimonio con este caso aragonés.