Durante una semana, Zaragoza se ha convertido en una ventana para recuperar la memoria de aquellos que fueron condenados y perseguidos por el franquismo. Siete espacios (La Filmoteca, Teatro Arbolé, La Pantera Rossa, Tetro del Mercado, Teatro principal, La Bóveda del Albergue y el IAACC Pablo Serrano) han servido de escenario de la primera edición de este homenaje bajo el nombre de La imagen de la memoria.

Ayer, de la mano de la actriz Luisa Gavasa, del cantautor Joaquín Carbonell y de los poetas Ángel Petisme y Ángel Guinda se ponía fin a estas jornadas que han contado con una importante acogida entre la ciudadanía. De hecho, varios espacios como La Filmoteca o el auditorio del IAACC se quedaron pequeñas en las diferentes convocatorias organizadas por la por la Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica de Aragón (ARMHA) en colaboración con el Ayuntamiento de Zaragoza y el Gobierno de Aragón.

Tras varios días de proyecciones, representaciones, conciertos y charlas para tratar de acercar a la ciudadanía las consecuencias de la dictadura, ayer fue la jornada más institucional, ya que participaron miembros del Ejecutivo autonómico como la consejera Mayte Pérez o el director de Turismo de Aragón, Jorge Marqueta, y del Gobierno municipal, la vicealcaldesa Luisa Broto y el concejal de Cultura, Fernando Rivarés. Todos ellos incidieron en lo mismo: «la necesidad de reconocer a las víctimas, después de 40 años ocultos».

Fijándose en la gran participación de la ciudadanía, la consejera Pérez señaló que estas actividades «son necesarias para recuperar la dignidad y la decencia». «El presidente dijo que este año debía ser el de la ambición democrática en su discurso de fin de año. Para mí ambición democrática y verdad es apostar por una sociedad con principios, que se respete a sí misma y pueda mirarse al espejo sin vergüenza», recalcó.

En la misma línea se posicionó la vicealcaldesa Broto, quien destacó «la importancia de ser semillas del futuro de equidad que queremos». «Desde el ayuntamiento estamos trabajando en la reparación, justicia y memoria de todas las víctimas del franquismo», recalcó. Junto al recuerdo a los represaliados y expresos del franquismo, el director general de Turismo de Aragón también quiso destacar la historia trágica de la guerra civil y de la dictadura posterior de cara a la promoción turística y a dar el mensaje al resto de territorios de que la comunidad «recuerda con dignidad el pasado».

Ya en el plano cultural, el poeta Ángel Guinda fue uno de los participantes en esta edición que junto con Petisme y Carbonell despertaron un mayor sentimiento de adhesión. Bajo el grito de «restitución de lo que nos robaron, la Tercera República», aseveró que la «imagen del olvido es la nada y que es necesario aprovechar la conciencia crítica». «Que vuelva al pueblo lo que es del pueblo», reiteró.

MUJERES / Tras él subió al escenario Chato Galante, miembro de la Comuna de presxs del Franquismo. Sus recuerdos llenaron los ojos de lágrimas entre los asistentes, bien por ser hechos vividos en primera persona o, tal y como reconcieron otros, por lo que pudieron vivir sus familiares. Y es que muchos en la sala tenían un abuelo, un bisabuelo o toda una familia que había sufrido el franquismo. Alguno reconocía no saber en qué cuneta estaban. De todos, Galante quiso resaltar a las mujeres que «tuvieron que sacar adelante familias».

El presidente de Armha, Enrique Gómez, explicó que «el silencio comenzó con un genocidio del que parecía que nunca nos íbamos a levantar, pero ha habido gente que se la ha jugado y ha luchado». A estas personas se ha rendido un homenaje y se ha recordado que los derechos que consigiueron están «más en peligro que nunca».