La Comunidad de Trabajo de los Pirineos (CTP), cuya presidencia rotatoria ostenta Aragón desde noviembre del 2017, se propone constituirse en una especie de grupo de presión (lobi) para impulsar los proyectos de comunicación transfronterizos en los que están interesados los territorios miembros de este organismo.

Zaragoza acoge desde ayer la primera reunión de la CTP desde que Aragón sucedió en la presidencia a Aquitania (Francia), con presencia de representantes de Andorra, Navarra, País Vasco y Cataluña y de las regiones francesas de Nueva Aquitania y Occitania.

Antes de la reunión, el consejero de Presidencia aragonés, Vicente Guillén, precisó que su tarea es defender ante la Unión Europea todos los proyectos de comunicaciones que interesen a las regiones miembros, y no sólo los proyectos que prioriza Aragón

Aunque reconoció que puede haber «intereses contrapuestos» y diferentes prioridades, hizo un llamamiento al consenso y a la «serenidad» para empujar los planes que interesen a todos.

Se trata, por ejemplo, de la reapertura del túnel del Canfranc en el caso de Aragón, del eje Mediterráneo en el de Cataluña y de los pasos fronterizos por Irún y las autopistas del mar en el caso del País Vasco.