Y por fin, se abrió la primera farmacia. Este era el mensaje de los vecinos que ayer acudieron al acontecimiento del día. Tras de seis años de espera, en apenas media hora la nueva botica de la calle La Caza era el local más visitado de Valdespartera. José Antonio Olalla, farmacéutico y dueño, expresaba su ilusión tras tener el visto bueno de Sanidad para poder comenzar a dar su servicio. Con todo puesto a punto, para José Antonio solo faltan tres cosas: una máquina de café, un microondas y, lo más importante, entrar en las listas de farmacias de guardia. "El listado se prepara en septiembre así que, por ahora, no podemos dar servicio de guardia, aunque nos gustaría". Eso sí, han encontrado una solución.

En una de las fachadas del local hay una máquina expendedora con productos básicos como papillas, potitos, tiritas o mercromina. De este modo, aunque no puedan vender a través de la máquina medicamentos "sí podemos proporcionar cosas necesarias a los vecinos las 24 horas del día", explicaba Elena Rincón, una de las cinco trabajadoras de la botica. También, y como novedad, hay una pequeña sala de "atención personalizada" que cuenta con una máquina llamada Refletón Plus que permite realizar análisis básicos de glucosa o triglicéridos y que, sumados a la báscula de peso y la máquina de medición de presión arterial, permitirán realizar un trato más personal y cercano .

Poco tardaron los vecinos en acudir al que se convirtió el punto de encuentro del barrio, la botica. En apenas diez minutos ya había 12 personas esperando, dos carritos y dos pequeños jugando en un rincón ideado para ellos. "No tenía sentido que hubiera un centro de salud y no una farmacia", comentaban Esther y Concha mientras esperaban su turno.

Expectación

"Hasta ahora teníamos que ir a Casablanca, algo que no te apetecía mucho si el enfermo eras tú", añadía Mariela, quien además decía que tener una farmacia en tu misma calle es "toda una bendición". Por otro lado, María Teresa se mostraba encantada con las dos puertas que tiene la farmacia y que dan a distintas calles. "Si te va mal entrar por una calle, puedes hacerlo por la otra y te evitas dar un rodeo". Y así, entre comentario y comentario se generaba una conversación vecinal donde el tema del día era, como no, el nuevo servicio. Eso sí, alguna confesaba que ya está esperando la apertura en los próximos días de las boticas de la calle Desayuno con Diamantes y del paseo de los Olvidados porque, aunque está esté cerca, "si te puedes ahorrar cinco minutos de paseo para ir a la farmacia, mucho mejor".