Miriam Fajardo, exconcejala de Urbanismo del Ayuntamiento de La Muela, actual administrativa del mismo y alcaldesa accidental cuando María Victoria Pinilla fue encarcelada por la operación Molinos, apuntó ayer que fue esta quien obligó a cambiar el proyecto de la urbanización Los Altos de La Muela, al negarse a enajenar los terrenos por los que originalmente iban a pasar las tuberías de saneamiento. "Yo no voy a expropiar a ningún vecino porque no se ha hecho nunca", puso en boca de Pinilla.

La versión contradice la de la propia Pinilla que, en la primera jornada del juicio por prevaricación --en el que afronta hasta 16 años de inhabilitación--, afirmó que fue la propia junta de compensación del complejo residencial la que quiso evitarse problemas e instó a modificar el trazado de las canalizaciones.

Según Fajardo, y los responsables de la junta que también declararon ayer en el Juzgado de lo Penal número 2, fue ella quien obligó a cambiarlo. Y ellos, según el secretario de la junta --y accionista-- Julio Clúa, lo aceptaron para poder completar la urbanización y no perder los 30 millones invertidos.

Esta decisión obligó a licitar un nuevo proyecto cuya ejecución quedó primero desierta, y luego paralizada por el estallido de la operación Molinos. La junta considera que este retraso, junto a otras negativas de la alcaldesa, les supusieron unas pérdidas de más de 3,5 millones de euros que reclaman al consistorio, como responsable.

Los representantes de la junta sostuvieron ayer que terminaron su parte de la urbanización. Pero el gestor de la empresa Aranade, Julián De Miguel, que iba a licitar el proyecto fallido, y el secretario municipal, Luis Ruiz --ambos imputados en Molinos-- coincidieron con Pinilla en que tras la modificación, que aceptaron, también tendrían que haber construido las bombas para bombear las aguas residuales. Y que al no hacerlo, el consistorio no podía recibir una obra sin terminar, como sostienen los afectados.