El Tribunal Supremo ha confirmado la pena impuesta al que fuera director de la sucursal de Banesto de Mequinenza hasta el 2005, José Miguel Ferragut Fornos, al rechazar tanto su recurso como los de algunas de las víctimas. El bancario fue condenado a dos años y tres meses de prisión por apropiación indebida y falsedad documental, derivadas de haber desviado indebidamente casi 800.000 euros de sus clientes para operaciones que estos no pidieron.

Ferragut, según declaró probado la Audiencia Provincial de Zaragoza a finales del año pasado, entre los años 1995 a 2005, realizó «una pluralidad de operaciones irregulares, que no estaban autorizadas por la entidad ni por los clientes afectados».

Entre otras, dispuso de fondos, sin su consentimiento ni conocimiento, para invertirlos en fondos de inversión en lugar de en los plazos fijos convenidos. También disponía del dinero de determinados clientes para abonar intereses a otros. Y además, para pagarles intereses ficticios de los inexistentes plazos fijos, vendía sin autorización fondos realmente contratados y en ocasiones disponía de fondos sin su autorización para fines no acreditados.

La Audiencia de Zaragoza no consideró acreditado que esta mecánica, entre cuyas víctimas había también familiares del propio Ferragut, fuera destinada a enriquecerse personalmente o a medrar en su empleo. Pero este manejo irregular de fondos constituye igualmente un delito de apropiación indebida, que se castigó con dos años de cárcel al haber transcurrido tanto tiempo desde los hechos a la condena, sin que se pudiera achacar al condenado. Además, fue condenado por falsedad documental porque para dar apariencia real a los movimientos falseaba libretas con máquina de escribir o entregaba a los clientes contratos sin firma del interventor de la entidad que redactaba él mismo.