La aseguradora del Servicio Aragonés de Salud ha sido condenada a indemnizar con 109.480 euros al esposo y al hijo de una mujer de 55 años que fue dada de alta en el hospital Ernest Lluch de Calatayud y, poco después, falleció por un infarto. La Asociación El Defensor del Paciente explicó ayer que el juzgado de primera instancia número 74 de Madrid ha sido el que ha dictado esta sentencia, en la que se estima parcialmente la demanda interpuesta contra la aseguradora del Salud, la empresa Mapfre. Esta deberá abonar al marido de la fallecida, L.A.S., 93.840 euros, y a su hijo, D.A.S., otros 15.640 euros, por una «mala praxis médica».

El 29 de marzo del 2013, A.M.S.G., de 55 años, fue atendida en su domicilio por una UVI móvil, ya que presentaba un cuadro de epigastralgia (dolor abdominal), dolor en el hipocondrio derecho, pérdida de fuerza en el miembro inferior derecho y percusión renal positiva.

Tras pautar medicación, mejoró del dolor abdominal, pero no de lo demás. Dado el cuadro, la afectada fue trasladada al Ernest Lluch y quedó ingresada.

Allí, según la sentencia, no se hizo mención a dolor torácico en ningún momento, sino a un cuadro de malestar general de 24 horas junto con dolor epigástrico de reciente comienzo. En la exploración física no hubo mención a los dolores referidos en el informe del médico de la UVI móvil y los médicos del Ernest Lluch realizaron a la mujer una radiografía de tórax y una analítica, siendo después dada de alta con sospechas de una gastritis aguda.

Una vez en su domicilio, a las pocas horas A.M.S.G. tuvo que volver a ser atendida de urgencia por los médicos de la uvi y falleció por parada cardiorespiratoria. En la autopsia se estableció que la paciente presentaba una rotura de aneurisma de aorta secundaria a un infarto de miocardio.

La defensa del caso ha sido tramitada por el abogado Antonio Navarro, especialista en derecho sanitario y perteneciente a los servicios jurídicos de la Asociación El Defensor del Paciente.