Ricardo L. B. ha sido condenado a pagar una multa de 900 euros por acosar sexualmente a la empleada de una tienda de ropa situada en el centro comercial Grancasa de Zaragoza, cuando acudió a supervisar el comercio como jefe de zona. Tras aceptar la pena, de conformidad, también tendrá que indemnizar a la mujer con 5.000 euros, por el ataque de ansiedad y el tratamiento de ansiolíticos que tuvo que seguir. El hombre fue despedido de la empresa, que activó el protocolo de acoso sexual en cuanto tuvo conocimiento de los hechos.

Según recoge la sentencia, hecha pública por el sindicato OSTA, el hombre acudió a inspeccionar la tienda el 1 de septiembre del 2015, y como el encargado del comercio no estaba, pasó todo el día con la empleada. Al mediodía le propuso comer con él para seguir hablando del negocio, pero cuando volvieron por la tarde, comenzó el acoso.

Este consistió, por un lado, en tocar a la mujer en los glúteos, con la excusa de señalarle por dónde tenía que caer el tiro del pantalón. Pero también le soltó una retahíla de comentarios de índole sexual y de muy mal gusto, con frases como «a mí sí que me chorrea la punta de la polla, aquí solo chorreamos nosotros, no la vaporeta». O «esto es porque te gustan largas como mi polla». También «mira este pantalón, está más solitario que yo esta noche, que me voy a matar a pajas».

Tras una tarde profiriendo este tipo de frases, el hombre se despidió de la empleada al cierre del comercio, sobre las 21.00 horas, diciéndole «ha sido un día supermorboso para mí», «me gustaría conocerte fuera» o «te pones cachonda, yo lo noto. Te vas a tocar cuando llegues a casa y quiero que me lo cuentes».

También se encargó de hacer notar su superioridad advirtiendo a la empleada de que «en esta tienda va a haber cambios. Si tu quieres puedes llegar lejos, no por follarte al jefe, aunque yo encantado».

Tras el episodio, la mujer tuvo que acudir al hospital Royo Villanova a ser tratada por un ataque de ansiedad, a lo que siguió un tratamiento con ansiolíticos durante dos meses y otro psicológico durante otros cinco.

OSTA elogió que el hombre fuera despedido por la empresa al hacer pública la sentencia del Penal 5 de Zaragoza.