Un vecino de Teruel, J. J. Q., ha sido condenado a 40 días de trabajos en beneficio de la comunidad y a permanecer ocho meses alejado de su expareja, por haber acosado a esta tanto con llamadas telefónicas como con la amenaza de difundir los vídeos de contenido sexual que habían grabado ambos cuando estaban juntos.

Según los hechos que admitió el acosador, para alcanzar una condena de conformidad, al cesar su relación con la mujer, y dado «su carácter excesivamente celoso y posesivo», comenzó a mandarle reiteradamente mensajes a través de WhatsApp y a hacerle llamadas, llegando a acumular más de 23 en un solo día. El pasado martes se personó en su trabajo, también para pedirle que volvieran a estar juntos. Al no conseguir su propósito, amenazó a la mujer con hacer públicos los citados vídeos de índole sexual que habían grabado en pareja.