El Juzgado de Primera Instancia número 1 de Fraga ha condenado a un criadero de la localidad por la muerte de un perro pichón maltés, que fue adquirido las pasadas navidades como mascota y que llegó enfermo a la casa de su nueva propietaria.

Según ha informado la Asociación Nacional para la Defensa Animal (ANDA), el perro fue entregado a los compradores sin llegar a la edad mínima de vacunación y enfermo de hepatitis, y finalmente murió a pesar de ser hospitalizado de urgencia en una clínica veterinaria.

Según la organización, el informe veterinario aportado a la causa establece que la mascota no tenía más de dos meses en el momento de su muerte, por lo que, a tenor de la cartilla sanitaria entregada, "el perro no había nacido o tenía, como mucho, días" en el momento de serle administrada la primera vacuna.

ANDA ha denunciado que la "contradicción" existente en torno a la edad de la mascota se produce en un contexto actual de importación de perros procedentes de Hungría o Rumanía que, según afirma la asociación, se transportan sin haber cumplido la edad mínima requerida.

A este respecto ha señalado que "es práctica habitual presentar documentación sanitaria en forma de cartillas sanitarias en las que la edad esta falsificada y en las que aparece sellada la administración de unas vacunas que, o bien nunca se les administró o que, si se hizo, su efecto es nulo dada la edad de los cachorros".

La sentencia condena al criadero de Monzón, que ANDA califica de "escasa credibilidad", a indemnizar al comprador de la mascota con la devolución del dinero de la compra así como los gastos veterinarios generados y las costas.

La asociación recomienda recurrir a la adopción de un animal o llevar a cabo su adquisición en criaderos certificados.