Matei Haidu reiteró anteayer ante el Tribunal Superior de Justicia de Aragón que es inocente de haber matado a Stancu Basangui, en la casa que ambos compartían como okupas en la calle La Vía del barrio zaragozano de Casablanca. Lo hizo a través de su abogada, Olga Antón, que recurrió la condena de 12 años que le impuso la Audiencia Provincial --previo veredicto de un jurado popular-- porque no se valoraron bien las pruebas.

La letrada sostuvo que la versión de Haidu --que se encontró a la víctima malherida y llamó a la ambulancia a través de un amigo (testigo) que sí hablaba español-- es "perfectamente creíble", y no se practicaron las pruebas necesarias para comprobarla o desmentirla.

La abogada apuntó que no había ADN suyo en los cuchillos, ni en la parte superior de las zapatillas (pese a las fuertes patadas que rompieron el hígado de la víctima), ni hubo garantías en la recogida policial de la ropa donde sí había sangre, dos días después de los hechos.

Además, recordó que la casa abandonada era y había sido okupada por mucha gente.

Para el fiscal y la acusación particular, a cargo de la letrada Sara Marco, todos estos extremos fueron valorados y justificados por el jurado, y la condena debe mantenerse.