La Audiencia de Zaragoza ha condenado a un nigeriano residente en la capital aragonesa, Henry U. por un fraude de 50.469 euros que realizó hace cinco años utilizando numeraciones de tarjetas obtenidas de forma fraudulenta. Su pericia informática era tal que para intentar no ser descubierto utilizaba, sin autorización, conexiones de redes wifi cercanas a su domicilio.

El tribunal le ha impuesto dos años de prisión, una pena que fue acordada por la Fiscalía y el abogado defensor, José Luis Melguizo. Inicialmente, se enfrentaba a cinco años de privación de libertad. Los magistrados también han acordado que no ingrese en la cárcel si cumple la promesa de devolver el dinero del que se apropió.

En la sentencia se señala que para efectuar los pedidos, Enrique U. facilitaba identidades falsas, diferentes correos electrónicos y números de móvil de contacto, todos vinculados al acusado, así como distintos domicilios de entrega, donde siempre habitaba un ciudadano nigeriano que recogía el pedido.

La denuncia de este caso en el 2013 permitió al Equipo de Investigación Tecnológica (Edite) de la Guardia Civil de Zaragoza desarticular, en noviembre del 2017, una presunta organización criminal dedicada al blanqueo de capitales mediante plataformas de compraventa de bitcoin. Durante la operación, bautizada como Delicias, fueron investigadas 56 personas y analizadas 116 cuentas bancarias. El instituto armado detectó 35 víctimas distribuidas por todo el territorio nacional y otros países.

Los envíos de dinero realizados a empresas financieras dedicadas a la compraventa de bitcoins por parte de los componentes de la organización superan el millón de euros. El modus operandi utilizado por esta red criminal consistiría en el uso fraudulento de datos de tarjetas de crédito conseguidas por miembros de la organización de manera ilegal en internet. Este asunto está a la espera de juicio en la Audiencia Nacional.