La Audiencia de Zaragoza ha condenado a un hombre a 4 meses de prisión como responsable de la venta no autorizada de un coche cuya propietaria llevó a un taller para reparar una avería.

La sentencia, conformada entre acusaciones y defensa, responsabiliza al acusado de falsificar un documento ante la Dirección General de Tráfico para poder llevar a cabo la venta del vehículo.

El tribunal absuelve, sin embargo, al encausado y al propietario del taller donde la denunciante llevó el turismo de los delito de estafa y apropiación indebida que les imputaban inicialmente tanto la fiscalía como la acusación particular.

La sentencia considera probado que en 2013, el propietario del referido taller recibió por mediación del acusado un vehículo para que reparara diversas averías.

Una vez realizados los arreglos, ambos acusados trataron de convencer a la denunciante, ante los problemas que tenía para hacer frente a la deuda contraída, alrededor de 3.000 euros, de que les vendiera el vehículo.

La sentencia señala que ante la negativa de la mujer a vender el coche, los acusados, de común acuerdo y la con la intención de obtener un beneficio económico, procedieron a venderlo por 3.500 euros sin atender el plazo de tiempo solicitado por la denunciante para poder reunir el dinero reclamado.

En su relato de hechos, la Audiencia de Zaragoza destaca que el propietario del taller se quedó 2.900 euros y el acusado el resto.

Para poder llevar a cabo la transmisión de la propiedad ante Tráfico y realizar la venta, el acusado, de acuerdo con el propietario del taller, firmó el documento oficial.

En su sentencia, el tribunal aplica la atenuante de reparación del daño para rebajar la condena inicialmente solicitada para el acusado por falsedad y le absuelve a él y al propietario del taller de los delitos de apropiación indebida y estafa que les imputaban las acusaciones.