Un empresario, D. B. C., ha sido condenado por el Juzgado de lo Penal número 3 de Zaragoza a diez meses de prisión por no avisar a una trabajadora suya del riesgo de trabajar con una cola de contacto que contenía tolueno, que puede causar abortos.

La empleada, representada por el letrado Luis Alfonso Rox, sufrió dos. Pero la forense habló de una relación "altamente probable", no segura --como exige el Derecho Penal-- con el trabajo, así que le absuelve por ellos. El técnico de riesgos laborales que asesoró al empresario también ha sido absuelto.