La desaparición de las faltas del Código Penal tras la reforma del 2015, y su conversión en delitos leves en la mayoría de los casos, ha hecho dispararse la estadística de condenas en los tribunales aragoneses, según constataron los datos del Instituto Nacional de Estadística correspondientes al 2016 hechos públicos ayer.

Estos reflejan que en Aragón, a lo largo del año pasado, fueron condenadas 6.690 personas (adultos) por 8.900 delitos, frente a los 5.501 penados por 6.891 infracciones del año anterior. Esto supone un incremento del 29% de penas y del 24% en condenados, que se explica por la reforma.

Esto es especialmente notable en materias como las lesiones (que pasaron de 976 a 1.532), las estafas (de 207 a 440) y sobre todo los hurtos, que fueron más del doble, de 612 a 1.341. Gran parte de ellos eran faltas, hoy delitos leves, ya que salvo bandas organizadas el valor de los productos sustraídos rara vez superaba el umbral del delito.

Sin embargo, las condenas por robos con violencia (atracos) y con fuerza (en viviendas o locales) fueron a la baja, al no afectarles la modificación (un atraco es delito siempre, no le afecta la cantidad lograda). Las condenas por robos con violencia bajaron de 202 a 169 y las de robos, de 508 a 445.

Los delitos contra la Seguridad Vial, por su parte, quedaron prácticamente igual en cuanto a condenas, subiendo en solo seis hasta quedarse en 1.599.